ENVEJECIMIENTO Y
VIUDEZ
Las personas viudas generalmente presentan índices más bajos
de salud física y mental que el resto de la población que tienen la misma edad
según algunos estudios que realiza la Organización Mundial de la Salud (citado
en Pamplona, 2009).
El censo de población
y vivienda de 2010 que se realizó en México indica que existen 3 millones de
personas mayores de 65 años solteras, separadas, viudas o divorciadas, es
decir, casi la mitad de adultos mayores en el país no vive con su cónyuge
(INEGI, 2010).
En la sociedad actual, cada vez son más las personas mayores
que se encuentran en situación de soledad. Pero, la palabra soledad puede tener
diversos significados y connotaciones
Ésta se suele concebir como un sentimiento de vacío,
tristeza, o no tener a nadie a quien acudir. Además, la soledad puede ser
objetiva “estar solo” o subjetiva “sentirse solo”. El “estar solo” va asociado
a aislamiento, mientras que el “sentirse solo” va asociado a melancolía,
añoranza y tristeza. No obstante, cabe mencionar que no podemos olvidar que no
todas las personas que viven solas, se sienten solas, aunque sí suelen tener un
menor sentimiento de estar integrados en la sociedad (Rubio y Aleixandre,
2001).
Por otro lado, son muchas las situaciones o cambios en el
ambiente, como la jubilación o la viudez, los que pueden contribuir a que las
personas mayores se sientan solas. Últimamente, los cambios en los estilos de
vida en las ciudades, así como los avances en las nuevas tecnologías propician
los sentimientos de soledad en las personas mayores. En el primer caso, por el
estrés y el ritmo de vida orientado al trabajo de la sociedad actual, que hace
que los hijos puedan dedicarle un menor tiempo a los padres, ya mayores. En el
segundo caso, los avances en las nuevas tecnologías pueden hacer que los
adultos mayores se sientan desplazados al no entender el uso de los últimos
aparatos tecnológicos ni las conversaciones referentes a ellos. Debemos
potenciar el uso de las nuevas tecnologías por parte de los mayores, pues estas
ofrecen una diversidad de posibilidades en la mejora su calidad de vida.
Por otro lado, en la aparición o prevención de la soledad
influye también la personalidad, la actitud, así como las experiencias vividas.
En cuanto a la personalidad, la apertura a la experiencia jugaría un importante
papel en su prevención, pues promueve la participación de las personas mayores
en actividades, disminuyendo el sentimiento de soledad. En este sentido, se ha
observado que la participación social disminuye los niveles de soledad en las
personas mayores.
Es por todo ello que las estrategias dirigidas a paliar la
soledad irán en la dirección de la ocupación del tiempo libre, mediante la
participación en diversas actividades, por ejemplo:
1.- Los centros cívicos,
casas de la cultura, ofrecen numerosas actividades (pintura, acceso a
las nuevas tecnologías, relajación, teatro, risoterapia, gimnasia, estimulación
cognitiva, etc.) a las que se pueden apuntar.
2.- Aulas de mayores, donde se realizan talleres de temática
variada, y las asociaciones de mayores, donde se realizan actividades. Son una
buena oportunidad de aumentar la red de contactos y establecer relaciones
positivas con otros.
3.- Viajes y otras excursiones organizadas por diversas
asociaciones. Realizar viajes y excursiones es muy positivo, ya que además de
vivir nuevas experiencias y visitar nuevos lugares, posibilita la interrelación
y la creación de nuevas amistades, pudiendo seguir con la amistad una vez
finalizado el viaje.
4.- Voluntariado de mayores. Se puede dedicar cierto tiempo
a realizar voluntariado. Existen entidades de mayores voluntarios pero, de no
conocerlas, propongo Cruz Roja, donde existen programas con diversos sectores
poblacionales, por ejemplo, se gestionan programas de acompañamiento, mediante
el voluntariado, para personas que no pueden salir de casa con facilidad.
5.- Beneficiario del voluntariado. Para las personas mayores
que necesiten ayuda y no puedan salir de casa, en Cruz Roja, por ejemplo, puede
solicitar ayuda a entidades de voluntariado para acompañamiento o salidas.
Además, se puede ser beneficiario de talleres de envejecimiento activo para
personas mayores, además de diversas actividades culturales.
6.- Actividades de *ocio. Realizar actividades de ocio
orientadas a las aficiones que uno tenga, como formar parte de un coro, clases
de baile de salón, curso de pintura, etc. Se puede reunir con amigos para
realizar distintas actividades en común.
7.- Unidades de Estancia Diurna. En las unidades de estancia
diurna, la persona mayor sólo permanece parte del día. Estas ofrecen una
atención especializada y el usuario realiza actividades físicas, mentales y se
relaciona con el resto de usuarios. Al ser centros con pocos usuarios, propicia
la relación entre usuarios y la creación de amistades.
8.- Animales de compañía. Por último, están los animales de
compañía. Animales como un perro o un gato pueden hacer mucha compañía, pero
también hay que tener en cuenta los cuidados que estos requieren y las
condiciones físicas en las que se encuentra la persona mayor.
Es importante la asistencia a talleres relacionados con las
nuevas tecnologías o tecnologías de la información y la comunicación (teléfono
móvil, internet, redes sociales, correo electrónico, etc.) para prevenir la
soledad, ya que cada vez están más presentes en la sociedad y están abriendo
una gran brecha entre las distintas generaciones.
*Ocio es un estado elevado de emoción placentera que produce
una actividad y que no persigue un beneficio específico más allá del disfrute.
Fuente: blog de
Eldersarea
Silvia Adame Fernández, Psicóloga especializada en
Gerontología.
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