LA BOCA

Lo primero que se te ocurre cuando piensas en la boca es comer, hablar de más sin conciencia, o  besar. Pero tu boca hace mucho más que comer, hablar o besar a tu cariño.

La boca y los dientes forman tu sonrisa, que es lo primero que percibe la gente cuando ve nuestros rostros; la boca es fundamental para hablar: La lengua  que (también nos permite saborear los alimentos) nos permite formar las palabras con la ayuda de los labios y los dientes.

La boca está constituida por la lengua, glándulas salivales, papilas gustativas, encías, dientes y paladar; estos órganos en conjunto forman el aparato bucodental  cuya función primordial es iniciar el proceso de digestión de los alimentos a través de la masticación y acción de la saliva que contiene una sustancia  que ayuda a la digestión de los alimento. Así, en la boca se perciben los sabores mediante las papilas gustativas, con lo cual es posible seleccionar o discriminar los alimentos.

Sin los dientes, solo podríamos seguir una dieta líquida, de alimentos blandos o triturados. Las partes más duras del cuerpo, los dientes son necesarios para la masticación la cual permite que las enzimas y lubricantes que se segregan en la boca facilitan la digestión o descomposición de los alimentos esto convierte a la boca en uno de los primeros pasos en el proceso digestivo.

La lengua es un musculo que se extiende desde la base de la boca está cubierta de diminutas protuberancias denominadas papilas, que nos permiten captar los sabores dulces, salados, agrios y amargos, las glándulas salivales están ubicadas en las paredes y la base de la boca. Los labios están cubiertos de piel, la coloración rojiza de los labios proviene de los vasos sanguíneos subyacentes y por este motivo sangran tan fácilmente.

Higiene bucal

La mala higiene bucal, produce 90% de casos de mal aliento, no cepillarse los dientes inmediatamente después de haber ingerido alimentos provoca que los restos de comida se descompongan con el paso del tiempo y se presente el mal aliento y, sin que el paciente se percate, mejor conocido como halitosis, que afecta a la mitad de la población en México, ocasionado, en 90% de los casos, por la incorrecta higiene bucal, aseguraron especialistas del I.M.S.S

En las consultas se hace énfasis, sobre la forma correcta de llevar a cabo una limpieza bucal ya que tan sólo en la lengua se acumula gran parte de los microorganismos que generan el mal aliento.

Otros factores que ocasionan el mal aliento son las enfermedades sistémicas como las gastrointestinales, el reflujo, la diabetes, anorexia, las fallas hepáticas o aquellas personas que realizan dietas, pueden llegar a presentar este problema de igual forma, en los adultos mayores debido a la baja producción de saliva.

Se estima que el 25% de los adultos sufren la vergüenza que produce el  mal aliento y el porcentaje llegaría al 50% entre los adultos mayores.

El aseo adecuado y cotidiano de su boca, cepillando sus dientes y dando un ligero masaje en sus encías, mantener sus vías respiratorias sanas haciendo ejercicio físico aeróbico, no comer en exceso alimentos condimentados, no fumar, tomar alcohol sólo con las comidas, y de preferencias vinos generosos que son digestivos, pero sin abusar del consumo de bebidas alcohólicas pueden corregir el mal aliento.

En los adultos mayores se observa un adelgazamiento del tejido que forma la encía y del tejido que cubre la lengua, pérdida proporcional de papilas gustativas, movilidad de los dientes y disminución en la producción de saliva.

La mayoría de los adultos presentan la lengua lisa, boca seca, sensación de ardor, trastornos del gusto, dificultad para masticar los alimentos los cuales provocan una disminución del apetito y en consecuencia la baja de peso e inclusive anemias, dificultad para articular palabras, predisposición a caries e infecciones causadas por hongos y virus del herpes simple.

Estas alteraciones se pueden prevenir o mitigar acudiendo con el dentista por lo menos una vez al año, para que le oriente sobre las medidas higiénicas y cuidado de prótesis dentales, debe evitar en lo posible la ingesta de medicamentos que incrementen la resequedad de boca o alteren la percepción de los sabores, además de mantener la boca húmeda  con la ingesta fraccionada de agua.

La boca es el reflejo de la salud general y del bienestar.