“LA DISCRIMINACIÓN POR MOTIVO DE EDAD”
La discriminación es una conducta sistemáticamente injusta, consiste en privar, a unos cuantos, de los mismos derechos que disfrutan otros.
Es un trato desfavorable o de inferioridad dado a una persona o grupo de personas a causa de prejuicios por motivos raciales, religiosos, políticos, de sexo, orientación sexual, de filiación o ideológicos, de rango socio económico, por discapacidades o por EDAD, entre otros.
El derecho a la NO discriminación lo tenemos todas las personas. El trato discriminatorio hace a los viejos VULNERABLES y los coloca en condición de riesgo que les impide incorporarse al desarrollo y acceder a mejores condiciones de vida y bienestar.
ENVEJECIMIENTO, VIEJO, VEJEZ son palabras que podrían resultar agresivas, rudas o discriminatorias, pero tenemos que aceptarlas como palabras de uso adecuado, ya que si analizamos el CICLO DE VIDA:
A quien está en la NIÑEZ, se le llama…NIÑO. Quien está en la PUBERTAD, se le llama: PUBERTO. Quien se encuentra en la JUVENTUD, se le llama: JOVEN. Quien ha llegado a la ADULTEZ, se le nombra ADULTO, y a quienes han llegado a la VEJEZ, lo correcto es llamarlos: VIEJOS
Por lo tanto, el envejecimiento es un proceso natural, gradual y adaptativo. Viejo es la persona que atraviesa por el proceso de envejecimiento y cuya representación social, varía en cada rincón del mundo.
La VEJEZ es la etapa del ciclo de vida, cuyo inicio, desarrollo, limitaciones y oportunidades, lo determinan los grupos sociales
Sin embargo, debemos reconocer que los viejos no siempre han estado en desventaja. Hubo tiempos en los que: “respeto, sabiduría, experiencia, consejo, autoridad”, eran las palabras que identificaban a los ancianos.
Actualmente, ¿Cómo se trata a los viejos que usted tiene cerca? ¿Las condiciones de vida, presente y futura, que ellos tienen es su ideal personal de vejez?
Recursos para resolver la discriminación por motivo de edad:
Se dice por ahí, que el que no es parte de la solución es parte del problema. No podemos cerrar los ojos a esa realidad. No podemos dejarles la solución a otras personas o a Dios. “Ayúdate, que yo te ayudaré”
La solución a la discriminación empieza por nosotros los viejos; va de dentro hacia fuera, reconociendo que seguimos siendo personas valiosas y útiles.
Se necesita que tomemos conciencia de que, si bien las capacidades han cambiado, la experiencia acumulada no la pueden tener los jóvenes. Esa experiencia es muy valiosa: Para que los hijos, la familia, los vecinos jóvenes, para que no cometan los mismos errores; que aprovechen los aciertos, los éxitos y logros que los viejos tuvieron; para que sus caminos tengan menos piedras, tropiezos y frustraciones.
Empecemos por recurrir a la ayuda de los más cercanos, para después continuar con lo más lejano y complicado: Nuestros familiares, vecinos, amigos, los representantes sociales, autoridades, instituciones de apoyo.
Identifiquemos a nuestros iguales; unámonos para que nuestras reflexiones sean enriquecidas con las opiniones de otros. Visualicemos nuestros problemas comunes, y actuemos buscando las soluciones más adecuadas, sin esperar sentados y sufriendo.
Acciones de conciencia de la ciudadanía y propuestas para resolver el problema:
Interactuemos con nuestras autoridades, hagámonos escuchar de manera positiva, madura y responsable. Recordemos que cuando las debilidades se unen hacen una gran fuerza.
* Que los viejos tomen el control de su vida (Empoderamiento)
* Eliminar estereotipos hacia los viejos (Viejismo)
* Difundir en la familia, entre compañeros y amigos, entre los vecinos, en escuelas y agrupaciones el conocimiento de la diversidad de las características personales de los viejos.
* Promover la cooperación intergeneracional.
* Facilitar la participación social de los viejos.
* Fortalecer prácticas institucionales que promuevan la calidez humana sin distingo de edad.
* Revisar las prácticas y las políticas en busca de evidencias que discriminen y vulneren el respeto hacia los viejos, tratándolos como un grupo invisible.
* Emitir leyes y promover reglamentaciones, que establezcan la participación de los viejos en la planeación e implementación de normas (políticas) dirigidas a este grupo de edad.
* Que las personas de influencia en las colonias y comunidades, que fomenten la formación de núcleos gerontológicos (grupos de viejos) para aprovechar esa riqueza de recursos desaprovechados.
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