martes, 3 de abril de 2012

Las relaciones personales sanas.



En los últimos años, ha habido más visitas en casa que nunca antes. Ahora que hemos cambiado de residencia, incluso que vivimos en otra ciudad, los familiares y amigos se toman el tiempo para acudir a visitarnos con más frecuencia que antes. Y el cuestionamiento obligado es ¿a qué se debe esto? ¿qué motiva a las personas a hacer un viaje de un par de horas o más, que aparte de oneroso puede resultar cansado y tedioso?
Una reflexión sobre el hecho, puede tener varias respuestas.  Con actitud negativa, se podría pensar que las personas tienen mucho tiempo disponible y no saben en qué ocuparlo; quizá les gusta pasear y un viaje relativamente corto siempre es una oportunidad de salir de su ciudad, cambiar de aire y distraerse. La curiosidad por saber cómo vive el familiar o amigo y en qué condiciones se desarrolla su vida actual;  tener qué comentar con otras personas, también puede ser justificación por informarse y estar mejor comunicados.
Con actitud positiva y agradecida, también puede haber varias respuestas.  Nadie puede dar lo que no tiene, de tal manera que las personas que se valoran, también valoran una relación afectiva cualquiera que ella sea. Las personas que se aman, se respetan y se aceptan a sí mismas, también aman, respetan y aceptan las relaciones personales.  Una respuesta que resulta muy grata, se refiere a los lazos afectivos que unen, y esos son tan fuertes que motivan la necesidad de mantenerse comunicados, pero la comunicación a distancia nunca va a ser tan cálida como la comunicación presencial. La necesidad de mantener contacto estrecho, supera el tiempo y el espacio. 
Estas reflexiones apoyan y sustentan una interpretación de lo que son las relaciones personales. En cualquier caso, el acercamiento es parte de la naturaleza humana que como las ondulaciones en el cauce de un río, se integran y se funden en el conjunto acuoso que las acoge y las vuelve parte de sí mismo. 
Pero no hay que olvidar que en el concierto de los afectos se debe ser sincero, honesto y prudente. Una relación familiar, amistosa, amorosa, siempre y cuando sea positiva hay que cultivarla primero y después conservarla.  Las relaciones destructivas enferman y es preferible la distancia sin enojos. A este propósito vale la pena recordar las palabras del médico alemán Fritz Perls en su oración gestáltica:
Yo soy yo
Tú eres tú
Yo no estoy en este mundo para cumplir tus expectativas.
Tú no estás en este mundo para cumplir las mías.
Tú eres tú
Yo soy yo
Si en algún momento o en algún punto nos encontramos, será maravilloso.
Si no, no puede remediarse.
Falto de amor a mí mismo, cuando en el intento de complacerte me traiciono.
Falto de amor a ti, cuando intento que seas como yo quiero,
en vez de aceptarte como realmente eres.

No hay comentarios: