LAS EMOCIONES POSITIVAS AUMENTAN LA CALIDAD DE VIDA
EN LA VEJEZ
(Por Yaiza Martínez
escritora, periodista, y redactora-jefe de Tendencias21)
Las emociones positivas son un potente antídoto contra el
estrés, el dolor y la enfermedad en la vejez, señala un reciente estudio
realizado por un psicólogo de la Universidad de Cornell, en Estados Unidos.
Pero las ventajas de esta actitud no alcanzan sólo a los ancianos, porque
además se ha constatado que este tipo de emociones ayudan también a superar el
estrés, aumentan nuestra salud física e incluso mejoran nuestra capacidad de
concentración y de reflexión.
La idea de que sentirse bien puede tener un efecto positivo
en la salud no es nueva, ¿pero es cierta? Un artículo reciente publicado en la
revista Current Directions in Psychological Science, de la Association for
Psychological Science (APS) de Estados Unidos, analiza esta cuestión, a partir
de la revisión de los estudios existentes sobre el efecto de las emociones
positivas en la salud de los ancianos.
El autor de esta revisión ha sido Anthony Ong, un psicólogo
e investigador de la Universidad de Cornell, en Estados Unidos, especializado
en el estudio de los recursos emocionales, cognitivos y culturales que utilizan
las personas para adaptarse a las circunstancias adversas de la vida, a medida
que envejecen.
El valor de una actitud positiva
“Todos envejecemos. Sin embargo, es cómo envejecemos lo que
determina la calidad de nuestra vida”.
En ese proceso, los datos de los estudios revisados por el psicólogo
señalan que las emociones positivas realmente son un potente antídoto contra el
estrés, el dolor y la enfermedad.
Ong afirma que una actitud positiva puede proteger contra
una mala salud en la tercera edad, de diversas formas. Por ejemplo, las
personas más felices tienden a afrontar la vejez de manera preventiva, haciendo
ejercicio regularmente o cuidando su descanso nocturno.
Por otro lado, este tipo de individuos es más propicio a
evitar comportamientos insanos, como el tabaco. Los beneficios de ciertas
elecciones en el estilo de vida cobran mayor importancia en la vejez, época en
que los cuerpos se vuelven más susceptibles a la enfermedad.
Envejecimiento individual
Y, además, una visión optimista ayuda a combatir el estrés,
que se sabe es un factor de riesgo de padecer numerosas enfermedades.
Según diversos estudios, los individuos con emociones
positivas más fuertes presentan niveles más bajos de sustancias químicas
asociadas con inflamaciones vinculadas al estrés. Por tanto, adoptando una
actitud positiva, afirma Ong, la gente puede evitar incluso algunos de los
daños físicos ocasionados por el estrés.
En definitiva, el bienestar psíquico puede influir en el
proceso de envejecimiento, en el que se produce un declive gradual del sistema
neuroendocrino, el sistema cardiovascular y el sistema inmune, escriben los
investigadores en Current Directions in Psychological Science.
Este declive contribuye a aumentar el riesgo de enfermedad y
mortalidad, pero resulta importante comprender que las alteraciones de los
procesos fisiológicos derivadas de la edad no son invariables: existirían
diferencias en el grado de vulnerabilidad y en la resiliencia (capacidad de los
sujetos para sobreponerse a períodos de dolor emocional y traumas), que
dependen de cada individuo y de su propia capacidad para sentirse bien.
Anthony Ong.( Fuente: Universidad de Cornell) hace notar
otras ventajas:
En pruebas realizadas en laboratorio, Ong descubrió que las
emociones positivas favorecían una recuperación cardiovascular más rápida del
daño producido por emociones negativas y que, además, estas emociones
fomentaban la superación de momentos críticos de la vida, como el de la pérdida
de un ser querido.
Ong afirma que las
emociones positivas aumentan la capacidad de atención y de reflexión, algo que
han demostrado los estudios llevados a cabo por otra psicólogo de la
Universidad de Cornell, Alice Isen, durante dos décadas de investigación.
Cinco vías hacia el bienestar
En cuanto al modo de fomentar este tipo de emociones a nivel
individual, Ong aconseja cinco maneras de hacerlo. Una de ellas es TRATAR DE
ENCONTRARLE SENTIDO A LA VIDA COTIDIANA, revisando los acontecimientos adversos
desde una perspectiva positiva, dándole un valor positivo a los sucesos
cotidianos y proponiéndonos objetivos realistas.
La segunda vía es EXPLORAR TÉCNICAS DE RELAJACIÓN QUE
FAVOREZCAN LA CALMA INTERIOR. Asimismo, Ong recomienda CONECTAR CON OTRAS
PERSONAS para despertar en nosotros emociones positivas, y realizar actividades
que nos parezcan intrínsecamente motivadoras.
Por último, el CUIDADO PERSONAL también favorece la actitud
positiva: una buena alimentación, un buen descanso y el ejercicio físico
regular, son factores que favorecen no sólo el bienestar físico, sino también
bienestar psíquico
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