domingo, 14 de septiembre de 2014



Si quieres conocer el pasado  mira el presente, que es su resultado.  Si quieres conocer el futuro, mira el presente que es su causa.

  

    VERTIGO Y MAREO


¿Qué es mareo y vértigo?
La palabra “mareo” es de uso bastante común, aunque de significado muy amplio, tanto, que con frecuencia es difícil definirla con precisión y puede indicar situaciones diferentes para cada persona que lo padece. Entre otras cosas, el mareo puede ser manifestado como:
* Sensación vaga de malestar general

* Sensación de “vacío” en la cabeza

* Debilidad

* Síncope ó desmayo

* Desorientación ó confusión mental

* Dolor de cabeza

* Sensación semejante a la embriaguez

* Inestabilidad, sensación de caída

* Nausea, vómito

* etc.


Por el contrario, vértigo es un término médico que indica la sensación de movimiento, generalmente de giro, que el paciente siente de él mismo ó del entorno que lo rodea, es un término más preciso y fácil de describir.


Tanto el mareo como el vértigo son causas frecuente de consulta médica, principalmente en adultos mayores, pero hay que recordar que no son enfermedades, sino síntomas cuya causa se debe definir, por lo que es importante que cuando acuda a consulta, sea lo más especifico en describir sus síntomas.

¿Cuáles son las causas del vértigo?
La mayor parte de las veces, el vértigo tiene una causa periférica, es decir, es ocasionado por un problema en el oído ó en el nervio vestibular; existen causas a nivel del sistema nervioso central ó cerebelo que pueden originar la sensación de vértigo pero son menos frecuentes.
Entre las causas más frecuentes de vértigo de origen periférico están:
* Vértigo postural paroxístico benigno (VPPB). Por mucho, es la causa más común de vértigo en forma general. Es producido cuando partículas de calcio llamadas otolitos, se depositan dentro de los canales semicirculares, estos canales son estructuras dentro del oído interno que se encargan de identificar ciertos movimientos de la cabeza y el cuerpo; estas partículas, con ciertas posiciones y movimientos (Ej. acostarse, levantarse, girar, etc.), estimulan estos centros de movimiento y ocasionan vértigo.


Imagen del oído interno que muestra la disposición de los canales semicirculares y del utrículo y sáculo,
 se señalan las otoconias ya libres desplazadas en el vestíbulo.



Imagen que muestra las otoconias desplazadas situadas en el canal semicircular posterior, el cual por acción de la gravedad, es el sitio más frecuente donde se depositan.
* Neuronitis vestibular. Se trata de la pérdida súbita de la función de uno de los oídos internos, generalmente es secundario a inflamación y la causa más frecuente es una infección de tipo viral. se caracteriza por un vértigo muy intenso, incapacitante, nausea y vómito, puede durar de varias horas hasta varios días.

* Enfermedad de Meniere. La causa de esta enfermedad aun no se conoce completamente, pero está asociada a una excesiva cantidad de líquido dentro del oído. Está caracterizado por vértigo de presentación súbita, de minutos hasta horas de evolución, generalmente está asociado a algunos síntomas auditivos como sordera, sensación de plenitud en el oído y acufeno (zumbido en los oídos).


Imagen esquemática representativa de la dilatación del oído interno (en azul), compare con el normal del lado izquierdo

¿Cuáles son las causas más frecuentes de mareo?
Dada la amplia variedad de significados de mareo, las causas también son múltiples, pero se pueden resumir algunas de ellas en estas categorías:
* Originadas por alteraciones sensitivas ó sensoriales: como por ejemplo algunas deficiencias vitamínicas (B12), algunos patologías de oído como la perdida bilateral de la función vestibular (Ej. por uso de medicamentos ototóxicos como gentamicina), enfermedades de la medula espinal ó nervios periféricos como el tabes dorsal u otras mielopatias. Una causa frecuente son las alteraciones sensitivas que se dan en los pacientes con Diabetes Mellitus, es frecuente que refieran que caminan sobre “pasto” ó una “alfombra mullida”; o bien el desequilibrio en el adulto mayor que se asocia a un déficit multisensorial (disminución de capacidad visual, vestibular, alteraciones sensitivas, etc.) y motor, llamado presbiestasia.
* Originado por trastornos de origen central: como por ejemplo enfermedades cerebelosas (hemorragia, enfermedades degenerativas), neoplasias intracraneales, lesiones del lóbulo frontal, hidrocefalia, enfermedad vascular cerebral, enfermedad de Parkinson, etc.
* Otras causas: Alteraciones circulatorias, dislipidemia, ansiedad, vértigo psicológico, alergia, etc


.
¿Cómo se estudian el mareo y el vértigo?
A pesar que son problemas frecuentes, la variedad de causas puede hacer difícil la evaluación inicial, por lo requiere una revisión detallada y un interrogatorio dirigido para determinar el origen del síntoma. Aunque las causas de tipo periférico son las más frecuentes, la importancia radica en el poder diferenciar aquellas que se originan en un problema central ó que requerirá un tratamiento diferente ó urgente. Entre los diferentes estudios que pueden ser de utilidad se encuentran la Audiometría, la electronistagmografia ó videonistagmografia (estudio de equilibrio), y ocasionalmente los estudios de imagen, principalmente la resonancia magnética ya que ofrece más detalles de las estructuras intracraneales.


Videoelectronistagmografía
¿Cuál es el tratamiento del mareo y el vértigo?
El manejo de los trastornos del equilibrio es tan variado como las causas. La mayoría de los trastornos periféricos pueden remitir completamente, siendo importante para ello la terapia de rehabilitación. En algunos casos específicos como por ejemplo en el vértigo postural paroxístico benigno, cuando se identifica correctamente pueden emplearse algunas maniobras para aliviar la sintomatología (maniobra de Epley, maniobra de Semont); ó bien en el caso de la Enfermedad de Meniere, la aplicación de medicamento directamente en el oído (terapia intratimpánica). El uso de los medicamentos contra el mareo deberá siempre ser muy juicioso y solo durante los episodios agudos, ya que el uso prolongado de estos es causa frecuente de malestar crónico por falta de compensación. Las causas centrales son las que requieren mayor estudio y su tratamiento dependerá de la causa, pudiendo limitarse a manejo farmacológico ó incluso cirugía.
¿Qué debo hacer si presento vértigo ó mareo?
Siempre es importante la valoración adecuada, ante cualquier duda de sus síntomas, acude con su Médico de confianza ó contáctese con nosotros



Grupo Otorrinolaringológico Cuernavaca
LA RISA Y EL BUEN HUMOR EN LA VEJEZ



El envejecimiento progresivo de la población está siendo un signo de cambio y toma de conciencia en aspectos como: salud, bienestar y calidad de vida de las personas mayores. La expectativa de vida y los signos de longevidad nos están indicando que ambas van en aumento.
En este sentido la  actitud de las personas mayores con sentido de humor, y con la práctica frecuente de la risa y la sonrisa pueden fomentar las capacidades naturales de adaptación al envejecimiento haciéndolo más saludable y exitoso. El buen humor hay que tomarlo muy seriamente, pues funciona muy bien promoviendo la salud de manera individual y colectiva.

      En gerontología, el tipo de terapia humorística mejor y más valiosas es aquella que no consiste en contarle chiste a la persona mayor para hacerla reír, sino en ayudarle a que pueda adoptar una actitud humorística  ante la vida, lo que le facilitará a asumir mejor su capacidad de adaptación a las modificaciones biopsicosociales del envejecimiento.

     La risa es una expresión innata que se presenta aproximadamente a la sexta semana de vida, y cuyos efectos energéticos se traducen en sentimientos positivos los cuales revelan estados de esperanza, alegría, felicidad y optimismo al igual que el deseo a vivir.  Así mismo se dice que cinco minutos de risa equivale a  cuarenta y cinco minutos de ejercicios ligero y si se exterioriza a carcajadas ayuda a que la circulación  sanguínea sea más eficaz, proporciona masaje vibratorio a todo el cuerpo, aleja temores, elimina toxina y fortalece al sistema inmunológico.

     La risa tiene un poder tan impresionante que mejora la respiración, fortalece al corazón, facilita la digestión, disminuye la hipertensión (presión arterial alta) al incrementar el riego sanguíneo. Así como fortalece los músculos. Por otra parte reírse eleva el autoestima y confianza en las personas, elimina esos pensamientos negativos, así como la sensación de miedo; es muy importante preguntarse ¿Qué pasa en el interior cuando nos reímos?

     Sabiendo ya como la risa nos ayuda en muchas cosas, también podemos decir que al reírnos nuestro organismo segrega diversas sustancias a nivel cerebral en un primer lugar endorfinas, cuyos elementos  que contienen un gran poder analgésico mitigando el dolor; en segundo lugar se libera adrenalina que es un componente que incrementa creatividad e imaginación; tercero dopamina favorece la agilidad mental  por ultimo serotonina este posee efectos calmantes y disminuye hambre y ansiedad.

     El Humor: no es algo que se improvisa para proyectar alegría o buenas relaciones humanas, este viene de lo más profundo del ser que lo retrata como es por dentro por lo menos como se encuentran en ese preciso momento y tiene relación con la interacción entre los seres humanos.

    El interés de la risa y el humor en profesionales de la gerontología para los adultos mayores, coincide con la práctica  de su uso en la salud desde la historia hasta la moderna concepción de los modelos holísticos biopsicosociales, así como en sus concepciones humanísticas, los cuales, mediante su práctica, ha ayudado a fomentar una mejor calidad de vida.

     La risa es esa expresión tan natural entre los humanos, alegre y sanadora es un proceso emocional psicomotor no tan fácil de definir pero sí muy necesario para estar y sentirse bien. Desde los tiempos antiguos se viene notando que la risa y el humor proporcionan salud. Existe una larga creencia en que la actitud de buen humor, la sonrisa y la risa pueden prevenir y curar la enfermedad, pero sobre todo fomentar salud. Esta idea la encontramos ya en la Biblia en el libro de  proverbios 17.22 leemos: el buen humor hace bien al organismo si el espíritu esta triste los nervios se deprimen. Muchos reyes llamaban a los “bufones curadores”  durante sus enfermedades, incluso entre las funciones de estos bufones de las cortes estaba en mantener la salud Física y emocional del monarca (Moody R., 1996).

     Los científicos y terapeutas han descubierto que el buen humor y la risa deben practicarse en cualquier circunstancia, dado que ello beneficia a la psicología del ser humano, inclusive a sus funciones metabólicas. Por el contrario, la seriedad, rigidez mental, el ser hosco o repugnante, permite que la persona caiga en estrés, mal carácter, pésimas relaciones humanas, enfermedades digestivas, nerviosas, del sueño, entre otras. Por tan beneficios es de gran importancia a los adultos mayores para evitar, frustración, tristeza y lágrimas, es mejor practicar la alegría, satisfacción, buen humor y risa.

      El gerontólogo debe estar convencido de estos efectos benéficos de la risa y el buen humor para la salud y ponerlo en práctica en su ejercicio diario; además de su beneficio personal va cultivando su propia longevidad física, mental y social, será una actitud para su alegría espiritual personal. De esto también la sabiduría popular tiene mucho que decir y de los hebreos encontramos esta afirmación: un corazón alegre es una buena medicina, pero un espíritu  deprimido seca los huesos.  Así mismo, la sabiduría de los chinos, valorando su salud, decían: Si el hombre tiene risa, ¿Qué necesidad tiene de medicamentos? (Gregorio D., 1997).

     Hoy día debemos ser nuestro propio terapista. Debemos comenzar a ejercitar y fomentar nuestra risa, sonrisa y nuestro buen humor como terapia personal. No cuesta nada, pero da mucho a favor de nuestro bienestar. Vayamos de la teoría a la práctica, ensayemos con la sonrisa, podemos comenzar con un ja-ja, al despertarnos miremos nuestras caras al espejo sonriendo y riendo y notemos esa cualidad facial positiva; conozcamos  su “fuerza curativa”. Vale más apostar por el buen humor y la risa que por la tristeza y la seriedad. Elijamos un día y empecemos a sonreír desde el mismo momento que nos levantemos. Unos “buenos días” con humor y  sonrisa valen mucho más que un “hola”, “que tal”. Tengamos la experiencia de reír con grupos y reforzar, unos con otros, sus beneficios.

    Debemos promover una ¡ecología gerontológica del buen humor!. Inventemos nuestro propio ambiente alegre y convenzámonos del dicho popular el cual dice: que una sonrisa es más poderosa que cien refunfuños. La risa y el buen humor son herramientas actitudinales complementarias para el fomento de relaciones saludables entre el profesional gerontólogo y las personas mayores. Son requisitos fundamentales en estos profesionales en la atención gerontológica y además fortalece las relaciones interpersonales saludables y exitosas.

Fuente:  http://envejecimientovejez.blogspot.mx/2013/03/la-risa-y-el-buen-humor-en-la-tercera_19.html


Envejece bien quien ha vivido bien






El título de esta colaboración, es una frase que se atribuye a Pitágoras.  Independiente del prestigio y reconocimiento del  autor, la frase es de por sí muy sugerente.  Admitiendo que la longevidad se ha extendido,  que el número de viejos es cada vez mayor, que no  obstante,  la calidad de vida de los ancianos no en todos los casos es la esperada y que al contrario, una gran mayoría de ellos sufre de manera brutal los efectos del envejecimiento, cabría la pregunta ¿significa eso que mayormente los viejos no han vivido bien?  Y entonces nos asalta otra pregunta ¿qué significa haber vivido bien?
Según las declaraciones del Dr. Miguel Vilardell, reconocido médico español, se vive bien si se piensa en los demás.  El envejecimiento es un proceso degenerativo natural, gradual, en el cual el organismo va perdiendo capacidades.  Sólo que según afirma el mencionado médico, en ese proceso degenerativo, cada persona gradualmente también, va adaptándose a las pérdidas.  Esto significa que un buen envejecimiento tiene lugar en tanto cada quien pueda valerse por sí mismo sin causar molestias y pueda llegar hasta el final sin depender de otros.  Parecería entonces que envejecer bien es sencillo, pero no lo es tanto.
De lo que habla el Dr. Vilardell es del cuidado de la salud, que cada persona, hombre o mujer, está obligado a tener no sólo al llegar a la vejez.  Es un cuidado que debe mantenerse a lo largo de la vida por hábito, por disciplina, por conveniencia pero también por generosidad.  En la medida que cada persona mantenga una vida saludable, puede acceder a la vejez en mejores condiciones y paliar los efectos del envejecimiento, sin molestar a otros. No serviría de mucho esperar llegar a la vejez para comenzar a cuidar la salud.  Sería ocioso perder toda la vida lacerando el organismo para pretender cuidarlo cuando el mismo ha gastado la mayor parte de su energía vital, o peor aún, es ingrato depositar la responsabilidad y la atención del deteriorado, lastimado, descuidado cuerpo, en otras personas, cuando cada uno en lo personal es el responsable de su propia condición.
Lo opuesto a un buen envejecimiento o un “envejecer bien” dice Vilardell, es el envejecimiento patológico que no es otra cosa que un envejecimiento prematuro que conduce a la dependencia. Este envejecimiento se presenta anticipadamente y es ocasionado por falta de cuidado de la salud y él agrega que es un envejecimiento perfectamente evitable.
En otras palabras, cuidar la salud personal es un acto de magnanimidad, grandeza de ánimo, de caridad.  La generosidad dice el diccionario, es una virtud de las grandes almas.  Este espacio dedicado al rubro de las Redes de apoyo,  es ideal para enfatizar de manera especial la importancia del apoyo que todos los ancianos requieren.  Pero también para insistir en que lo deseable es que ese apoyo sea ligero y no gravoso para quien de forma voluntaria o forzosa, gratuita o remunerada,  tiene que realizarlo.
La persona que se va volviendo dependiente, va perdiendo la confianza en sí misma, se llena de temores porque ya no logra ser autosuficiente, su autoestima se deteriora y sin pretenderlo pierde también la dignidad como ser humano.  Es triste y humillante, que un anciano tenga que estar sujeto al ojo crítico de un semejante para realizar hasta sus necesidades fisiológicas más elementales.
El “cuidador” por su parte, por muy caritativo que sea en la realización de sus tareas de apoyo al adulto mayor que lo necesita, llega a relegar su propia vida personal, porque la atención muchas veces se torna en exceso demandante.
Me parece que esta es una situación que debe llevar a la reflexión a la generación de jóvenes, para que entiendan que sólo el cuidado de su salud desde temprana edad, los puede conducir a un “buen envejecer”.  A los viejos que nos sorprendió la edad sin percatarnos de los inconvenientes que tiene el llegar a viejo y ser longevo, no pudimos prepararnos y quizá les toque a nuestros hijos o nietos llevar a cabo el trabajo de “cuidador”.  Aunque cada vez está habiendo más lugares especializados en el cuidado de ancianos, las tarifas o cuotas no están al alcance de todos los bolsillos; los “cuidadores por tiempo” tampoco son accesibles para muchas personas.

Así que haciendo eco de las palabras del Dr. Vilardell,  si el envejecimiento es ineludible y lo vamos a tener que  vivir, hagamos lo posible por no caer en un envejecimiento patológico y cuidemos la salud para transitar por un envejecimiento saludable y exitoso. Y parafraseando a Pitágoras –si es que ello dijo- cerramos con una invitación: vivamos bien, para poder envejecer bien.