martes, 1 de marzo de 2011


ALIMENTOS TRANSGENICOS

Los alimentos transgénicos son los que provienen de organismos animales o vegetales que tienen una modificación genética obtenida por métodos biotecnológicos con la finalidad de hacerlos más nutritivos, apetitosos y resistentes a plagas o inclemencias del tiempo.
También en algunos frutos se han incorporado vacunas, medicamentos o sustancias útiles para el cuidado de la salud. (Ejem. El beta caroteno añadido al jitomate para la deficiencia visual)
VENTAJAS
En muchos países existen graves problemas de hambre y desnutrición que podrían solucionarse con el consumo de alimentos transgénicos.
RIESGOS
Aparentemente esto es benéfico pero resulta que sólo dos laboratorios transnacionales tienen  la patente o permiso para llevar a cabo estos métodos, lo que provoca el monopolio y encarecimiento de los beneficios si es que los hay, pues algunos productos pierden su variabilidad genética, con ello se rompe la cadena alimenticia y se altera el ecosistema, o sea que a la larga, en lugar de beneficiar perjudica.
Se desconocen los efectos de los alimentos transgénicos sobre la salud humana. Hay una creciente preocupación de que la introducción de genes extraños en las plantas de alimentos puede tener un impacto inesperado y negativo sobre la salud humana.
Sin embargo aun sin saberlo o sin darnos cuenta estamos consumiendo alimentos que contienen transgénicos pues en muchos productos no aparece la información
*Pero ¿por qué son peligrosos los transgénicos?
Son peligrosos para el medio ambiente: Supone aumentar el uso de productos tóxicos en la agricultura, contaminan genéticamente a las variedades tradicionales, acabando con ellas y provocando una grave pérdida de la biodiversidad. Según Greenpeace, los efectos sobre los ecosistemas son irreversibles e imprevisibles.
Son peligrosos para la salud: Los riesgos sanitarios a largo plazo debidos al consumo de transgénicos no han podido ser evaluados correctamente. Se sospecha que pueden provocarnos nuevas alergias, tumores cancerígenos o hacernos resistentes a los antibióticos. Aunque no hay datos concluyentes que despejen las dudas, ya los estamos consumiendo en grandes cantidades.
Son peligrosos para la economía: El desarrollo de los transgénicos está en manos de unas pocas empresas multinacionales que acabarán controlando todo el mercado mundial de semillas y, con ello, la producción de alimentos en el planeta. Paralelamente, los herbicidas y otros productos de síntesis son específicos para estas variedades y están igualmente en manos de estas empresas.
Frente a la irresponsabilidad de nuestro país, en Austria, Francia, Grecia, Hungría o Italia los cultivos transgénicos están terminantemente prohibidos. Aunque no su consumo porque, lo queramos o no, los estamos consumiendo de forma masiva. Por ejemplo en forma de soja o de maíz. De hecho, al menos el 80 por ciento de la soja importada en Europa es ya genéticamente modificada.
¿Qué por qué yo estoy en contra de los transgénicos? Porque nadie con dos dedos de frente se hincha a comer algo sin saber antes si le puede hacer mal. Porque son indistinguibles de las variedades naturales y no podemos rechazarlos si así queremos. Y porque con ellos no acabaremos con el hambre en el mundo, como pregonan sus defensores, sino todo lo contrario. De hecho, cientos de pequeños agricultores se han suicidado en la India, endeudados tras pasarse a los caros cultivos transgénicos y no obtener las producciones prometidas.
 *Fuente: Greenpeace,

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