domingo, 3 de junio de 2012

DIABETES MELLITUS

La diabetes mellitus es uno de los padecimientos que se presentan con mayor frecuencia en los adultos mayores, ya que uno en cada cinco ancianos cursa con esta alteración. Esta enfermedad con frecuencia se acompaña de complicaciones en el corazón, en el riñón, en los ojos y en la circulación de miembros inferiores y superiores, ocupa el tercer lugar como causa de muerte  en personas mayores de 65 años y más.
La diabetes mellitus es una enfermedad causada por la disminución en la producción o acción inadecuada  (resistencia) de una hormona denominada insulina, la cual normalmente se produce en el páncreas y tiene como función principal permitir la entrada de la azúcar (glucosa) al interior de la célula. Al respecto, la célula requiere azúcar (combustible) para llevar a cabo adecuadamente sus funciones. Asimismo, el exceso de azúcar fuera de las células provoca alteraciones en las arterias, propiciando afecciones en el corazón, en el cerebro, en el riñón, en los ojos y en los pies.
La diabetes mellitus se divide en tipo 1 o insulinodependiente que se presenta con mayor frecuencia en personas jóvenes y tipo 2 o no insulinodependiente que se presenta con mayor frecuencia en los adultos mayores. Las molestias (síntomas) que hacen sospechar la presencia de diabetes mellitus en adultos jóvenes  son el tomar mucha agua, orinar mucho, comer mucho y pérdida de peso no obstante en los adultos mayores no siempre se presentan dichas alteraciones debido a los cambios que presenta el organismo como parte del proceso de envejecimiento. Por tal motivo el diagnostico de diabetes mellitus se establece cuando el anciano presenta síntomas de diabetes y una glucemia al azar mayor de 200 mg/dl o si la persona presenta glucosa en sangre en ayuno igual o mayor de 126 mg/dl en un mínimo de dos ocasiones, independientemente de que tenga síntomas o no.
Las principales medidas y cambios en el estilo de vida que debemos adoptar para evitar la aparición de la diabetes mellitus son realizar ejercicio físico gradual, continuo y supervisado mantener un peso adecuado considerando su estatura y edad, dieta con restricción en grasas y carbohidratos y rica en verduras antioxidantes (brócoli y jitomate).
Para detectar oportunamente la diabetes mellitus, todos los adultos mayores se deben practicar una medición de glucosa en ayuno cada seis meses con tiras reactivas y anualmente a través de una cuantificación más precisa de laboratorio, aunque no tenga ninguna molestia.
Las principales complicaciones de la diabetes mellitus son la hipertensión arterial, los problemas de la circulación y del corazón (infarto del miocardio y embolia cerebral), las afecciones del riñón (insuficiencia renal e infecciones de vías urinarias), las alteraciones de los ojos (en la retina, cataratas y glaucoma) y la afectación en la circulación de los pies provocando amputaciones. En este sentido, actualmente se recomienda la administración de vitamina E para prevenir las complicaciones cardiovasculares en general, cuya indicación y supervisión debe ser responsabilidad del médico.
Por otro lado, el paciente con diabetes mellitus debe estar consciente  que tiene un padecimiento crónico con un buen pronostico si cumple con las medidas dietéticas, de ejercicio y control de peso complementadas con medicamentos cuando se requiera, pero no debe olvidar que la diabetes mellitus no se cura por lo que debe evitar tratamientos no convencionales  que ofrecen una cura definitiva.
*Dr. Víctor Manuel Mendoza Núñez  y Martha A. Sánchez Rodríguez.


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