La enfermedad vascular cerebral ocupa la cuarta causa de muerte en los adultos mayores de 65 años, después de las enfermedades cardíacas tumores malignos y la diabetes mellitus.
Este padecimiento cobra una enorme trascendencia entre ellos, debido a las importantes secuelas que deja en la persona, llevándolos hasta una total dependencia y presentándose con mayor frecuencia en los hombres que en las mujeres.
Una de las manifestaciones clínicas más comunes de esta enfermedad es el accidente cerebro vascular o “apoplejía encefálica”, conocida por la mayoría de la gente como embolia.
La enfermedad vascular cerebral se caracteriza por presentarse de manera súbita y el proceso patológico de fondo puede ser debido a la disminución o suspensión transitoria de la circulación cerebral (isquémico) o hemorrágico afectando el lado opuesto al accidente vascular, de tal manera, que si se desarrolló en el hemisferio derecho, el lado afectado será el izquierdo, y viceversa. Puede ser ocasionada por diferentes eventos:
Estenosis. Disminución del calibre de las arterias que irrigan (llevan sangre) al cerebro, dificultando el paso al flujo sanguíneo usualmente debido a arterioesclerosis (formación de placas de grasa en el interior de las arterias).
Trombosis. Se refiere a la formación de un coagulo sanguíneo en las arterias cerebrales o del cuello.
Embolismo cerebral. Es cuando se presenta una oclusión en las arterias cerebrales por algún coágulo provenientes de las arterias del corazón o del cuello.
Paro cardiorespiratorio. Se presenta una disminución global del flujo sanguíneo cerebral.
Vaso espasmo. (Cierre transitorio de las arterias).Se produce como un efecto secundario a la presencia de sangre en el espacio que existe entre las membranas que cubren el cerebro.
Dentro de los factores de riesgo se encuentra la hipertensión arterial sistémica, enfermedades cardiacas, diabetes mellitus, niveles altos de colesterol, el abuso excesivo de alcohol, el sedentarismo y la obesidad. Los dos últimos factores, por si solos, no causan la enfermedad vascular cerebral, pero cuando se encuentran asociados a uno o más factores, el riesgo es mayor.
La magnitud o gravedad de las lesiones dependerá del área afectada, pudiendo producir alteraciones motoras como la parálisis de la mitad del cuerpo, o ambas, cuyo tratamiento requerirá de medicamentos, dieta y rehabilitación física, así como el manejo del estado emocional.
Dentro de las secuelas de la enfermedad vascular cerebral se encuentran las afecciones de algunas funciones mentales superiores, dependiendo del área cerebral dañada; si es el hemisferio izquierdo, se presentaran deficiencias en el área del lenguaje, como dificultad para hablar o incluso pérdida de la misma (afasia motora). A nivel motor, se presenta rigidez de la movilidad del lado derecho del cuerpo, acentuándose más en el miembro superior (brazo).
A nivel sensitivo, disminuye la percepción del dolor y la temperatura, así como la sensibilidad a los estímulos.
Si el evento ocurre en el hemisferio derecho, las alteraciones del lenguaje se presentan en la dificultad para nombrar los objetos (anomia), aunque los identifique y conozca sus funciones. A nivel motor y sensitivo se presentan las mismas características, pero en el lado izquierdo del cuerpo. También es frecuente encontrar alteraciones en la orientación y en la coordinación viso espacial.
Todas estas secuelas pueden llevar al paciente a una total dependencia, repercutiendo en la economía y funcionalidad familiar.
De ahí la importancia de la rehabilitación, la cual está centrada en evitar o detener un mayor deterioro en el paciente, puesto que no se puede esperar una recuperación al 100%. Un aspecto que no se debe dejar de lado es el emocional, ya que es frecuente la aparición de estados depresivos que complicar el cuadro.
Secuelas de la enfermedad vascular cerebral.
· Alteraciones en la memoria y en la orientación.
· Alteraciones o pérdida del habla.
· Rigidez de brazo y pierna que dificultan el realizar las actividades de la vida diaria como caminar, comer, vestirse, bañarse, etc.
· Imposibilidad para caminar y/o moverse convirtiendo al paciente en una persona totalmente dependiente para realizar las actividades cotidianas.
· Frecuentes estados depresivos.
· Disfunción familiar.
· Déficit económico.
*Alicia Arronte Rosales.
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