Sentido de pertenencia
Las
personas experimentamos sentimientos diversos relacionados con nuestros
orígenes: de la familia y el país donde nacimos, de la escuela donde
estudiamos, de la colonia o barrio donde crecimos, de las costumbres y
tradiciones que practicamos, de los valores cívicos y morales que aprendimos.
Todo ello, nos es introyectado mediante las relaciones interpersonales, forma
parte de nuestra personalidad y nos da un sentido de pertenencia. Nos sentimos
orgullosos de ser mexicanos, de pertenecer a nuestra familia, de haber
estudiado en tal escuela, de haber vivido en tal colonia de tal ciudad y
también apreciamos las costumbres y tradiciones que nos dan identidad
geográfica y cultural.
El
sentido de pertenencia es un sentimiento, una emoción que cohesiona al
individuo con su entorno y le hace tener confianza y experimentar aceptación
social del grupo al que pertenece y como resultado de esta aceptación, se eleva
su autoestima.
En
épocas pasadas en nuestras escuelas existió hasta una asignatura llamada
Educación Cívica o Civismo, cuyo contenido poco a poco fue depauperado y
finalmente desapareció de la currícula en la educación formal básica. La
educación cívica no sólo estaba dirigida a fomentar las relaciones sociales y
fortalecer los espacios de convivencia,
promovía también el análisis del papel del ciudadano, recordaba fechas
de acontecimientos importantes en la historia del país y señalaba la relevancia
de la cooperación y la solidaridad sociales.
Por
todas estas razones, me parece oportuno recordar que en el mes de febrero hay
al menos dos festejos relevantes para los mexicanos: uno, de fecha 5 y otro de
fecha 14. El primero de gran importancia
cívica y poco reconocimiento ciudadano, pasa casi inadvertido. El segundo, de gran participación de la
población, magnificado por la actividad comercial.
El
5 de febrero, en México debemos festejar un doble aniversario: La promulgación
de la Constitución de 1857 y la promulgación de la Constitución de 1917.
La
promulgación es un acto legal que deviene del proceso legislativo por el cual
son revisadas, analizadas, discutidas y
aprobadas todas las leyes o decretos de Estado. Nuestra Carta Magna, igual que
todas las demás leyes que de ella emanan, fue aprobada por los legisladores
–diputados y senadores- mediante este proceso. Fue promulgada –atribución que corresponde sólo al Presidente de la
República- y finalmente publicada en el Diario Oficial. La publicación de esta
manera, no sólo se convierte en el vehículo informativo del gobierno hacia la
población, sino que le confiere a la ley, obligatoriedad en los distintos
ámbitos de competencia.
El
14 de febrero, aunque es un acontecimiento básicamente promovido por los
comerciantes y no de origen mexicano, es más publicitado, promovido y celebrado
masivamente que el 5 de febrero. Ambos festejos sin embargo, provocan
sentimientos y emociones en las personas y aglutinan y cohesionan quizá de
manera parcial a algunos estratos sociales.
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