Lewis Wolpert, un
reconocido biólogo inglés, relata en su último libro los más recientes y sorprendentes
hallazgos científicos del proceso de envejecimiento. Para él hay
cuatro etapas en la vida de un ser humano: la infancia, la adultez activa,
la madurez y, finalmente, la que él llama "te ves muy bien" en
alusión a esa frase que las personas como él, de más de 60 años,
intercambian entre sí cuando se encuentran después de mucho tiempo.
La vejez, como a la mayoría de mortales,
le tomó a él por sorpresa y hoy se pregunta cómo pudo un joven de 18
convertirse en un viejo de 81, su edad actual. "Este tema nunca hizo
parte de mi agenda cuando joven. Y por eso cuando llegué a esta edad todo
me pareció una revelación", dice.
Y una de las primeras sorpresas para él es que no hay ninguna evidencia de
que la vejez mate, porque no es una enfermedad.
Muchos médicos
todavía dicen que la gente muere de vieja, pero según Wolpert esto no es
cierto y siempre hay una explicación para el fallecimiento de alguien, así
sea un nonagenario.
Lo que sí
viene con los años es una incapacidad del organismo para luchar contra
cualquier enfermedad, especialmente aquellas que aparecen por la senectud.
El autor
explica que durante toda la vida se van acumulando daños moleculares en las
células, y esto ocurre porque el mecanismo de reparación de estas averías
se debilita con el tiempo. "Envejecemos
por el uso y el desgaste, en una manera no muy distinta a la de cualquier
otra máquina".
En Inglaterra,
dice Wolpert, hay más gente mayor de 65 años que niños menores de 16 años y
esta situación será común en la mayoría de países en un par de décadas.
El perfil de
los viejos ha variado tanto que Wolpert se atreve a sugerir que se
establezca el término 'cuarta edad', para referirse a aquellos individuos
mayores de 80, que sí podrían estar afectados por la vejez. "En la etapa que hoy se conoce como
tercera edad, los pensionados todavía gozan de muy buena salud y están muy
activos socialmente", dice.
Pasar de una esperanza de vida de 25 años a 80 en dos siglos ha sido
posible más a los avances en medicina y salubridad que a revolucionarios
descubrimientos en el proceso intrínseco de envejecer.
Los más longevos
son ricos, educados e inteligentes, pues un coeficiente intelectual alto es
garantía de que la persona va a cuidar más de su salud y se involucrará
menos en comportamientos riesgosos.
Ser optimista también es clave.
En un estudio científico, aquellas mujeres que se mostraron
positivas frente a su futuro tuvieron 14 por ciento menos posibilidad de
morir de cualquier causa que las mujeres más negativas.
También está
comprobado que hacer ejercicio y no tener sobrepeso prolonga la
existencia.
La dieta ideal para
reducir el riesgo de demencia incluye frutas, vegetales, cereal y mucho
pescado.
El alcohol
contribuye a llegar a la tercera edad en buen estado, pero sólo si es en dosis bajas.
Profesar una
fe ayuda a encontrarle sentido a la vida y a manejar el estrés de
esta etapa, lo cual es positivo para la salud.
Aprender a esta edad
mejora el bienestar mental y físico, por lo cual Wolpert sugiere abrirles
espacios a los viejos en las universidades.
Como estar
activo mentalmente es tan importante, Wolpert también sugiere aplazar
el momento del retiro profesional, o, en algunas profesiones,
incluso abolirlo. "Trabajar
no solo ayuda a su bienestar, sino a sus finanzas: diez años más de trabajo
dobla el valor de una típica pensión privada", dice el experto.
El libro
también ha dado al traste con muchos mitos sobre la vejez.
Es cierto que
las capacidades mentales disminuyen porque los viejos olvidan más y son más
lentos. Pero el
conocimiento adquirido permanece intacto por lo cual una de las grandes
ventajas de envejecer es la sabiduría y experiencia acumulada. "Los
viejos son mejores para comprender preguntas y detectar cosas absurdas, así
como para atender tareas complejas", dice.
Otra buena
noticia es que con los años no disminuye la actividad sexual. Un estudio
citado por Wolpert muestra que 90 por ciento de los hombres y mujeres
casados entre 60 y 64 años en Estados Unidos son activos sexualmente.
*La ciencia también ha mostrado que la
mujer vieja no tiene limitaciones físicas para alcanzar un orgasmo pero los
hombres gozan siete años más de vida sexual que ellas. Esto se debe a que
las mujeres se casan con hombres mayores y ellos mueren primero. El fallecimiento de sus cónyuges implica
para muchas el final de su vida sexual. En general, se ha comprobado que la
frecuencia de los encuentros sexuales declina muy poco entre los 50 y los
70 años y muchos continúan gozando de los placeres del sexo incluso hasta
los 80.
Otra sorpresa para Wolpert es que la felicidad, que para muchos parecía ser
esquiva en la vejez, tiene su pico máximo a los 74 años.
Los miembros
de la tercera edad tienen menos eventos estresantes en el trabajo y menos
conflictos con sus parejas y, lo mejor de todo, no sienten necesidad de
agradarles a los demás, todo lo cual quita un gran peso de encima. Si se
compara con los jóvenes, que tienen metas muy amplias, los viejos han
logrado estrechar sus objetivos y estos son casi siempre mucho más
significativos.
La creencia de
que los viejos son depresivos no resulta ser cierta, como tampoco lo es la
asociación juventud-felicidad. Tampoco son más depresivos que los jóvenes. De
hecho, esta enfermedad se presenta con mayor frecuencia alrededor de los 45
años.
Según Wolpert,
los estudios muestran reiteradamente que los jóvenes no son mejores que los
viejos en el trabajo y no hay diferencias significativas en sus
habilidades.
La percepción
de la vejez determina en alto grado la expectativa de vida de un individuo
y la manera como los miembros de una sociedad cuidan a sus adultos mayores.
Quienes temprano en la vida ven la vejez como una pesadilla tienen,
cuando viejos, más riesgo de infarto y otros problemas cardiacos. Por el contrario, quienes la ven con
buenos ojos viven en promedio siete años más.
Y aquellos que se sienten y se ven más jóvenes de lo que indica su
cédula tienen mejor salud que los que se perciben más viejos.
Los médicos utilizan la percepción de la
edad y como luce la persona como un indicador de su salud.
Cuando se ven jóvenes y saludables para la edad es una señal clara
de que van a vivir más allá de los 70 años.
Por eso, dice
Wolpert, SI UN VIEJO CONOCIDO EN LA CALLE LE DICE "CÓMO TE VES DE
BIEN", CRÉALE, DISFRUTE EL PIROPO Y DESE POR BIEN SERVIDO.
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2 comentarios:
Es muy cierto lo que dice este reportaje la vejes no mata, lo que realmente manta es el abandono que ledas damos a nuestros adultos mayores, muchas de estas personas solo necesitan apoyo y atención para estar bien y ser felices, creo que nosotros como jóvenes deberíamos de apoyarlos y realmente somos los que mas los evadimos y los asemos a un lado, y solo es un poco de comprensión y de apoyo lo que necesitan, que les leamos un libro que salgamos a caminar con ellos, porque eso es lo que quieren cariño no dinero ni nada parecido solo es comprensión y amor.
Maxi Amairany Trejo Cuenca
Administración 2-2 UAEH
Este articulo me gusto mucho porque la verdad es que la edad no determina tu felicidad ademas de que como bien dice "la vejez no es ninguna enfermedad" así que llegar bien a una edad madura es un reto y un gran logro y por lo tanto es importante saber que ser mayor no te delimita y que la vejez no es sinónimo de que el final se acerca.
Alejandra Angeles Mtz.
Administración
2 sem gpo 2
UAEH
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