domingo, 17 de agosto de 2014

EJERCICIO FISICO DURANTE EL ENVEJECIMIENTO



El envejecimiento es una parte integral y natural de la vida. La forma en que envejecemos y la experiencia de este proceso, salud y habilidad funcional, no sólo dependen de nuestra carga genética, sino también y más importante, de lo que hemos hecho durante la vida, cómo y dónde hemos vivido.
Conforme aumenta la edad, se incrementa la frecuencia de enfermedades crónico degenerativas y aumentan las limitaciones en la funcionalidad física y mental. Si se modifica el estilo con una alimentación adecuada y ejercicio físico, se evitarían mucho de los padecimientos de larga evolución y sus complicaciones con lo cual los adultos mayores continuarían siendo productivos, ya que harían extensivos  sus conocimientos, experiencia y elementos de juicio a quienes lo rodean.
Hay evidencias que proponen que más de la mitad del padecimiento de la capacidad física en los ancianos es debida a inactividad, aburrimiento y supuestas enfermedades. En la actualidad los profesionales de la salud, así como la población en general, están conscientes  de que la actividad física es crucial para un envejecimiento exitoso.
Ante este panorama, es necesario capacitar a los promotores de salud gerontológica como instructores de ejercicio físico para adultos mayores, los cuales serán los encargados de dirigirá grupos reducidos, con el fin de que realicen con éxito la tarea encomendada y se eviten posibles riesgos.
Se define a la actividad física como cualquier movimiento corporal producida por el sistema musculo esquelético. Asimismo, el ejercicio físico es una modalidad de actividad física, de tipo específica, libre y voluntaria, con movimientos corporales planeados, estructurados y repetitivos, realizados para mejorar o mantener una o más cualidades biomotoras (caminar, correr, saltar, y nadar entre otras ), para lo cual es indispensable cierta periodicidad, pero sin establecer competiciones.
Por otro lado, el deporte es la actividad  física de competición, en la que se valora intensamente la práctica del ejercicio físico bajo cierto orden y reglas de juego.
Las actividades como alimentarse, dormir, vestirse y desplazarse de un sitio a otro, así como las laborales y caseras no se les considera ejercicio físico, aunque implique consumo de energía, debido a que son indispensables para la vida o impuestas por la sociedad.
El propósito de este capítulo es presentar de manera accesible los conocimientos básicos sobre el ejercicio físico durante el envejecimiento, para que el promotor de salud gerontológica pueda orientar a los adultos mayores sobre el tipo de ejercicio que pueden practicar en forma amena y segura.    

*Sofía Hernández Rodríguez de León

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