lunes, 6 de octubre de 2014


Educación al Paciente
 Sexualidad en la Tercera Edad



Dos viejitos caminando tomados de la mano, un beso entre dos personas de cabezas blancas o un tierno abrazo bajo las sábanas de un matrimonio de más de 60 años, son imágenes que no nos dejan indiferentes: a algunos les genera ternura, pero a muchos confusión o rechazo. Estos sentimientos por lo general son infundados, ya que pese a lo que la mayoría de la gente piensa en la tercera edad sí hay sexualidad.

Hay ignorancia en la sociedad y en los profesionales de la salud respecto de la sexualidad en el adulto mayor. Existe un cierto mito que dice que es improcedente e injustamente al hombre se le dice viejo verde y a la mujer viuda alegre. Hay muchos prejuicios en este tema: que los mayores son asexuados, que no tiene interés en vivenciarlo, que sus manifestaciones sexuales equivalen a desviaciones o perversiones, sexualidad es igual a juventud y belleza, etc. Esto se remata con que en el ámbito de la salud no se le pregunta al paciente mayor sobre el estado de su sexualidad, ya sea por ignorancia, falsos supuestos o miedo a ser ridiculizado.

Es importante recalcar que las consultas geriátricas de media hora son cortas, hay que darle tiempo al paciente para hablar y entrar en confianza. El rol del profesional es quitar el tabú que pesa sobre el tema y validar a la persona como un ser sexuado.

En un estudio sobre sexualidad en el adulto mayor realizado en Estados Unidos, en que se consultó a 1.300 personas sobre 60 años, el 48% dijo ser sexualmente activo. De este porcentaje un 70% reportó estar satisfecho con su vida sexual, incluso más que a los 40 años, y aproximadamente un 79% de los hombres y un 66% de las mujeres afirmaron que la actividad sexual es un componente de su relación de pareja. 

Síntomas

La vejez trae consigo una serie de cambios físicos que van en desmedro de la sexualidad. En ambos sexos hay una disminución de los niveles hormonales: en el hombre baja la producción de espermatozoides, disminuye el tamaño de los testículos y produce menos líquido seminal, la respuesta a la excitación es más lenta, la erección es menos firme, hay una ausencia de eliminación de líquido pre eyaculatorio, los orgasmos duran menos y aumenta el tiempo de latencia (en volver al estado previo a la estimulación). En tanto en la mujer, la respuesta también es más lenta, hay menos lubricación, hay dolor en la relación (dispauremia), disminuye el número de orgasmos y también tarda en volver más a la fase pre estimulación.

Causas

Además de lo anteriormente descrito, hay una serie de condiciones de salud que afectan negativamente la sexualidad del adulto mayor: hipertensión, diabetes, infarto vascular cerebral, hipertrofia prostática, artrosis y artritis, enfermedades neurológicas, intervenciones quirúrgicas (mastectomía), histerectomía, prostatectomía radical, entre otros.

El estrés, depresión y uso de fármacos también son factores que influyen. La mayoría de estas enfermedades tiene un origen multifactorial, donde algunas causas influyen más que otras, pero todas son tratables.

Tratamiento

Para que nuestros mayores tengan una vida feliz y tranquila hay que dignificarlos ante todo, respetarlos, acudir a su sabiduría y experiencia. Es importante no relegarlos a un rincón de la casa, ya que el aislamiento, la negación de la sexualidad como manifestación afectiva que se mantiene a lo largo de toda la vida, la imposibilidad de encontrarse con otro y manifestar sus sentimientos, hacen que la calidad de vida del adulto mayor no sea lo que puede llegar a ser.

Para que puedan expresar su sexualidad deben privilegiarse todas las formas de expresión sexual, basadas en sentimientos de amor compartido y no en un resultado mecánico de la erección y coito. Este abordaje se llama rehabilitación sexual y hay especialistas que ven este tema.

Hay que promover el envejecimiento activo, es decir, morirse joven pero lo más tarde posible, crear las condiciones para que nuestros abuelos tengan una buena calidad de vida, espacio para tener momentos gratos y también intimidad. Vivir una sexualidad posible y placentera, tener momentos de intimidad donde poner a jugar todos los sentidos y posibilidades de placer, colabora a hacer de la tercera edad una época plena de la vida

Consejos

Eliminar hábitos tóxicos (tabaco, alcohol, etc.).
Evitar el aislamiento, pasividad y consumo excesivo de televisión.
Tener actividad física.
Participar de actividades sociales y recreativas para la tercera edad (municipalidades, juntas de vecino, etc.).
Consumir alimentos de acuerdo a una dieta equilibrada.
En el caso de padecer algún problema de salud asistir a un profesional y consultar sobre los tratamientos útiles para cada caso.
Eliminar hábitos estresantes y participar de actividades al aire libre.
Recuerde consultar con su Geriatra las dudas que tenga en el tema sexual, él podrá orientarlo o derivarlo a un especialista
Algunos libros útiles:

Matrimonio Adulto. Autor, Judith Viorst.
La Sexualidad en el Adulto Mayor. Autor, Dr. Andrés Flores Colombino.
El Amor en los Tiempos de Cólera. Autor, Gabriel García Márquez.

*CLINICA SANTA MARIA.

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