lunes, 6 de octubre de 2014


Senescencia y senilidad




En el ámbito del lenguaje cotidiano, existen palabras que en ocasiones parecen ponerse de moda y se pronuncian con mucha ligereza.  Entre la población de adultos mayores a veces se recurre a neologismos variados para designarlos y algunos de ellos suenan peyorativos o se les atribuyen significados ofensivos sin tenerlos.  Conviviendo  con algunas personas mayores,  se comentaba que llamar a alguien “senil” resulta tan ofensivo o más que llamarlo viejo.  Sin embargo nadie de los presentes pudo dar una argumentación que dejara satisfecha a toda la concurrencia.  Esa anécdota me permitió la búsqueda y la presentación de las notas que a continuación se enuncian.
La palabra senescencia se refiere a la vejez y proviene del latín senex (viejo).  Esta primera definición etimológica tomada de diccionario, agrega que en biología senescencia se refiere a las células que después de haber pasado por un número de divisiones dejan de proliferarse. El profesor estadounidense Leonard Hayflick en 1928 descubrió que las células de los humanos sólo se duplican 52 veces antes de morir.   Una más amplia explicación de la misma fuente establece que  senescencia es un nombre de cualidad formado a partir del participio de presente latino senescens, senescentis (el que está en proceso de envejecimiento), participio del verbo latino senescere  (envejecer), formado con la misma raíz que senex (anciano), pero con el sufijo verbal scere (que marca procesos).  El sufijo latino scere evolucionó en el lenguaje vulgar a las formas romances en ecer que también marcan procesos más o menos lentos como, envejecer, enflaquecer, encanecer, languidecer o crecer.   
En resumen la anterior etimología sólo nos indica que el origen de esta palabra como muchas palabras en el español, deriva del latín y tiene que ver con el lento proceso de envejecimiento.  El otro dato interesante, es el referente  a la división celular que según el apunte, tiene un límite y por lo tanto la vida de las células es finito;  esa fue una explicación de la vejez dada por Hayflick.
La siguiente definición aportada por otra fuente,  establece que senescencia es la característica de aquel o aquello senescente; este adjetivo que procede del vocablo latino senescens, hace referencia a quien comienza a envejecer. El mismo diccionario, proporciona ejemplos sobre la utilización del término:   “me duele notar la senescencia del tío Juan”, “los científicos investigan la senescencia de las células para tratar de hallar una cura a este mal”, “las autoridades no hacen nada para revertir la senescencia del pueblo”.
A partir de lo anterior, queda claro que gramaticalmente, la palabra senescencia es un adjetivo.  Con relación a los ejemplos enunciados se pueden cuestionar varios aspectos que parecieran contradictorios o al menos causan confusión.  Si senescencia y envejecimiento son equivalentes o mejor dicho sinónimos, cuando las células se vuelven senescentes ¿es correcto considerarlas enfermas?,  ¿es válida la búsqueda de una cura para el padecimiento? Y todavía más ¿es posible revertir el proceso de envejecimiento?
Abundando en la explicación, la misma fuente agrega que “en su sentido más amplio la senescencia es un cambio irreversible que se produce en un sistema o en una estructura
a partir del paso del tiempo”….”La senescencia se asocia al deterioro: el paso de los años hacen que el organismo o la estructura no logren conservar las capacidades intactas.  De esta manera pierde funcionalidad, eficiencia, fuerza o alguna otra cuestión, mientras simultáneamente se incrementa su vulnerabilidad”…. “Resulta sencillo comprender la noción de senescencia si pensamos en la vida de un ser humano.  Desde el nacimiento hasta una cierta edad, las personas experimentan un proceso de desarrollo.  Sin embargo, luego se inicia un  proceso inverso, que puede definirse como senescencia o envejecimiento.  Al individuo que está envejeciendo le cuesta, por motivos físicos realizar tareas que antes resultaban sencillas.  Se cansa más, tiene menos fuerza, se desplaza con mayor lentitud y está más vulnerable a las enfermedades… “Aunque la senescencia no puede detenerse ni revertirse, si es posible llevar a cabo ciertas acciones que ayuden a minimizar o demorar sus efectos”. 
Es evidente que el primer enunciado o definición de esta fuente, incurre en contradicciones que después son explicitadas.  La senescencia y el envejecimiento son sinónimos, y se refieren a un proceso irreversible, inverso al desarrollo vital, pero de ninguna forma queda establecido que sea una “enfermedad” que pueda ser curada.
Por esta razón recurrimos a un diccionario médico para acercarnos a una definición más precisa del término y encontramos que se denomina senescencia “al proceso de envejecimiento normal.  El envejecimiento anormal o patológico es denominado senilidad o senectud.  Entiéndase que el envejecimiento es un proceso vital cualitativo, universal, progresivo, ineludible, personal y exclusivo con características propias, en el que algunas personas se tornan físicamente limitados y funcionalmente dependientes.  Envejecimiento.  Debilitamiento por la edad”. 
En la anterior definición médica, se destaca una diferencia de cualidad en el concepto de envejecimiento.  Se precisan dos tipos de envejecimiento: el “normal” que es inevitable y el “anormal” que es un envejecimiento patológico, es decir, con calidad de enfermedad.  En términos sencillos, si el cuerpo o los organismos vivos a lo largo de su historia de vida pasan por diferentes momentos de desarrollo como la niñez, la juventud, la vejez, etc. sería absurdo considerar a cada una de esas etapas “normales” como degradantes u ofensivas.  Sin embargo, el envejecimiento “anormal” tiene otras características que lo vuelven objeto de estudio aparte y se le denomina como senilidad o senectud. ¡¡Acaso esta diferencia conceptual podría ser motivo de considerar ofensivo un “envejecimiento patológico”!! Y por extensión también ofensiva las palabras senilidad o senectud. No me parece así.
Una aportación más al concepto senescencia lo define como un  deterioro gradual de las funciones del organismo con la edad que conduce al incremento de la probabilidad de morir.    Y finalmente la Enciclopedia Británica define el envejecimiento como  “El cambio gradual e intrínseco en un organismo que conduce a un riesgo creciente de vulnerabilidad, perdida de vigor, enfermedad y muerte. Tiene lugar en una célula, en un órgano o en la totalidad del organismo durante el periodo vital completo como adulto de cualquier ser vivo”.    

Concluyo que antes de sentirnos ofendidos por el apelativo con el que nos designen, debemos informarnos y hacer precisiones para comprender a cabalidad   los términos utilizados en el lenguaje coloquial.  En este corto texto, se puede observar que un mismo concepto tiene acepciones distintas dependiendo de la disciplina que lo aborda.  El origen etimológico y los respectivos conceptos varían según el área de estudio: gramatical, médico, biológico, etc. En nuestro lenguaje coloquial solemos imprimirle a los conceptos sin querer o sin pensar,  sentidos peyorativos u ofensivos que en realidad no tienen.

[1]  http://definicion.de/senescencia/
[1] Educatina


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