Senescencia y senilidad
En el ámbito del lenguaje cotidiano, existen palabras que en
ocasiones parecen ponerse de moda y se pronuncian con mucha ligereza. Entre la población de adultos mayores a veces
se recurre a neologismos variados para designarlos y algunos de ellos suenan
peyorativos o se les atribuyen significados ofensivos sin tenerlos. Conviviendo
con algunas personas mayores, se
comentaba que llamar a alguien “senil” resulta tan ofensivo o más que llamarlo
viejo. Sin embargo nadie de los
presentes pudo dar una argumentación que dejara satisfecha a toda la
concurrencia. Esa anécdota me permitió
la búsqueda y la presentación de las notas que a continuación se enuncian.
La palabra senescencia se refiere a la vejez y proviene del
latín senex (viejo). Esta primera
definición etimológica tomada de diccionario, agrega que en biología
senescencia se refiere a las células que después de haber pasado por un número
de divisiones dejan de proliferarse. El profesor estadounidense Leonard
Hayflick en 1928 descubrió que las células de los humanos sólo se duplican 52
veces antes de morir. Una más amplia
explicación de la misma fuente establece que
senescencia es un nombre de cualidad formado a partir del participio de
presente latino senescens, senescentis (el que está en proceso de
envejecimiento), participio del verbo latino senescere (envejecer), formado con la misma raíz que
senex (anciano), pero con el sufijo verbal scere (que marca procesos). El sufijo latino scere evolucionó en el
lenguaje vulgar a las formas romances en ecer que también marcan procesos más o
menos lentos como, envejecer, enflaquecer, encanecer, languidecer o
crecer.
En resumen la anterior etimología sólo nos indica que el
origen de esta palabra como muchas palabras en el español, deriva del latín y
tiene que ver con el lento proceso de envejecimiento. El otro dato interesante, es el
referente a la división celular que
según el apunte, tiene un límite y por lo tanto la vida de las células es
finito; esa fue una explicación de la
vejez dada por Hayflick.
La siguiente definición aportada por otra fuente, establece que senescencia es la
característica de aquel o aquello senescente; este adjetivo que procede del
vocablo latino senescens, hace referencia a quien comienza a envejecer. El
mismo diccionario, proporciona ejemplos sobre la utilización del término: “me duele notar la senescencia del tío
Juan”, “los científicos investigan la senescencia de las células para tratar de
hallar una cura a este mal”, “las autoridades no hacen nada para revertir la
senescencia del pueblo”.
A partir de lo anterior, queda claro que gramaticalmente, la
palabra senescencia es un adjetivo. Con
relación a los ejemplos enunciados se pueden cuestionar varios aspectos que
parecieran contradictorios o al menos causan confusión. Si senescencia y envejecimiento son
equivalentes o mejor dicho sinónimos, cuando las células se vuelven senescentes
¿es correcto considerarlas enfermas?,
¿es válida la búsqueda de una cura para el padecimiento? Y todavía más
¿es posible revertir el proceso de envejecimiento?
Abundando en la explicación, la misma fuente agrega que “en
su sentido más amplio la senescencia es un cambio irreversible que se produce
en un sistema o en una estructura
a partir del paso del tiempo”….”La senescencia se asocia al
deterioro: el paso de los años hacen que el organismo o la estructura no logren
conservar las capacidades intactas. De
esta manera pierde funcionalidad, eficiencia, fuerza o alguna otra cuestión,
mientras simultáneamente se incrementa su vulnerabilidad”…. “Resulta sencillo
comprender la noción de senescencia si pensamos en la vida de un ser
humano. Desde el nacimiento hasta una
cierta edad, las personas experimentan un proceso de desarrollo. Sin embargo, luego se inicia un proceso inverso, que puede definirse como
senescencia o envejecimiento. Al
individuo que está envejeciendo le cuesta, por motivos físicos realizar tareas
que antes resultaban sencillas. Se cansa
más, tiene menos fuerza, se desplaza con mayor lentitud y está más vulnerable a
las enfermedades… “Aunque la senescencia no puede detenerse ni revertirse, si
es posible llevar a cabo ciertas acciones que ayuden a minimizar o demorar sus
efectos”.
Es evidente que el primer enunciado o definición de esta
fuente, incurre en contradicciones que después son explicitadas. La senescencia y el envejecimiento son
sinónimos, y se refieren a un proceso irreversible, inverso al desarrollo
vital, pero de ninguna forma queda establecido que sea una “enfermedad” que
pueda ser curada.
Por esta razón recurrimos a un diccionario médico para
acercarnos a una definición más precisa del término y encontramos que se
denomina senescencia “al proceso de envejecimiento normal. El envejecimiento anormal o patológico es
denominado senilidad o senectud. Entiéndase
que el envejecimiento es un proceso vital cualitativo, universal, progresivo,
ineludible, personal y exclusivo con características propias, en el que algunas
personas se tornan físicamente limitados y funcionalmente dependientes. Envejecimiento. Debilitamiento por la edad”.
En la anterior definición médica, se destaca una diferencia
de cualidad en el concepto de envejecimiento.
Se precisan dos tipos de envejecimiento: el “normal” que es inevitable y
el “anormal” que es un envejecimiento patológico, es decir, con calidad de
enfermedad. En términos sencillos, si el
cuerpo o los organismos vivos a lo largo de su historia de vida pasan por
diferentes momentos de desarrollo como la niñez, la juventud, la vejez, etc.
sería absurdo considerar a cada una de esas etapas “normales” como degradantes
u ofensivas. Sin embargo, el
envejecimiento “anormal” tiene otras características que lo vuelven objeto de
estudio aparte y se le denomina como senilidad o senectud. ¡¡Acaso esta
diferencia conceptual podría ser motivo de considerar ofensivo un
“envejecimiento patológico”!! Y por extensión también ofensiva las palabras
senilidad o senectud. No me parece así.
Una aportación más al concepto senescencia lo define como
un deterioro gradual de las funciones
del organismo con la edad que conduce al incremento de la probabilidad de
morir. Y finalmente la Enciclopedia
Británica define el envejecimiento como
“El cambio gradual e intrínseco en un organismo que conduce a un riesgo
creciente de vulnerabilidad, perdida de vigor, enfermedad y muerte. Tiene lugar
en una célula, en un órgano o en la totalidad del organismo durante el periodo
vital completo como adulto de cualquier ser vivo”.
Concluyo que antes de sentirnos ofendidos por el apelativo
con el que nos designen, debemos informarnos y hacer precisiones para
comprender a cabalidad los términos
utilizados en el lenguaje coloquial. En
este corto texto, se puede observar que un mismo concepto tiene acepciones
distintas dependiendo de la disciplina que lo aborda. El origen etimológico y los respectivos
conceptos varían según el área de estudio: gramatical, médico, biológico, etc.
En nuestro lenguaje coloquial solemos imprimirle a los conceptos sin querer o
sin pensar, sentidos peyorativos u
ofensivos que en realidad no tienen.
[1]
http://definicion.de/senescencia/
[1] Educatina
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