miércoles, 3 de octubre de 2012

FRASE DEL MES
 
Envejecer es como escalar una gran montaña: mientras se sube las fuerzas disminuyen, pero la mirada es más libre, la vista más amplia y serena.
Ingmar Bergman (1918-?) Cineasta sueco.
ESTREÑIMIENTO


Se señala que una persona tiene estreñimiento (constipación) cuando disminuye la frecuencia y se demora la eliminación de las heces. Al respecto se deben tomar en cuenta los hábitos del individuo, ya que aunque la mayoría de los ancianos evacúan su intestino de una a dos veces al día, un menor porcentaje lo hacen cada 2 días.
El estreñimiento es una de las alteraciones que presenta con mayor frecuencia el adulto mayor, debido a cambios biológicos y al estilo de vida que se adopta durante el envejecimiento.
Las principales causas del estreñimiento no asociadas a una enfermedad son los malos hábitos alimenticios caracterizados por una dieta baja en fibras, poca ingesta de líquidos e ingestión deficiente de alimentos. Asimismo, la inmovilidad, la falta de ejercicio físico y el rechazo a ir al baño lo favorecen.
Por otro lado algunos medicamentos analgésicos, antidepresivos y diuréticos son causa de estreñimiento.
Asimismo algunas alteraciones físicas o padecimientos se acompañan de esta alteración, figurando entre las más frecuentes la hemorroides, fisuras anales, cáncer rectal, hipotiroidismo, depresión y demencia.
Los síntomas (molestias subjetivas) que se asocian con mayor frecuencia al estreñimiento son la sensación de plenitud (sentirse muy lleno, sin deseo de comer ), pesadez postprandial (después de comer poco, se siente muy lleno ), tensión y dolor abdominal, disminución o falta del apetito(anorexia), agruras, eructos y defecación dolorosa, escasa y con sensación  de querer seguir evacuando sin poder hacerlo. También se puede presentar dolor de cabeza, náuseas, vómitos, vértigos y confusión.
Las medidas preventivas para el estreñimiento contemplan una dieta rica en frutas y verduras, complementada con la ingesta diaria de cereal de avena o de salvado. Asimismo, considerando  que en los ancianos disminuye el reflejo de la sed se debe programar una ingesta mínima de líquidos (agua, jugo, leche o te) de 4 onzas (120 ml) cada 3 horas considerando los líquidos que acompañen con los alimentos, los adultos mayores deben ingerir diariamente litro y medio de líquidos.
Por otro lado, debe realizar ejercicio físico diariamente; uno de los más recomendados y accesibles es el caminar diariamente de 2 a 3 kilómetros considerando la edad y limitaciones físicas. Se debe evitar la inmovilidad en lo posible, no obstante, cuando los ancianos tienen alguna enfermedad o limitación física que justifique su permanencia en cama, además de cambiarlo de posición frecuentemente, se le debe practicar un masaje abdominal de 5 a 10 minutos de derecha a izquierda siguiendo el trayecto del intestino grueso una hora después de cada alimento.
En el caso de los ancianos que padecen estreñimiento, aún con una alimentación rica en fibra, con suficiente líquidos y ejercicio físico, podrán utilizar laxantes, los cuales deberán ser indicados y controlados por su médico.
*Víctor M. Mendoza Núñez y Luis Alberto Vargas Guadarrama-

VEJEZ, JUBILACION Y EL MITO SOCIAL




Para muchas personas la vejez es un proceso continuo de crecimiento intelectual, emocional y psicológico. Momento en el cual se hace un resumen de lo que se ha vivido hasta el momento.
Es un periodo en el que se debería gozar de los logros personales y contemplarse los frutos del trabajo personal, útiles para las generaciones venideras.
El envejecimiento es un proceso que comienza pronto en la persona. En general esta realidad no se tiene en cuenta. Afecta a todos y requiere una preparación, como la requieren todas las etapas de la vida.
La vejez constituye la aceptación del ciclo vital, único y exclusivo de uno mismo y de todas aquellas personas que han llegado a este proceso.
Supone una nueva aceptación del hecho que uno es responsable de la propia vida.
Saber que todos envejecemos, prepararnos para hacerlo bien y sacarle mayor provecho posible a esos años, es un aspecto importante de nuestra educación.
El envejecer es un proceso dinámico, gradual, natural e inevitable. Este proceso es impreciso. Nos vamos dando cuenta de él por el reconocimiento de nuestro cuerpo cambiante, del espejo, de la mirada del otro y de la exclusión de la sociedad en la mala interpretación del proceso productivo.
La etapa de la vejez comienza alrededor de los 65 años y se caracteriza por un declive gradual del funcionamiento de todos los sistemas corporales. Por lo general se debe al envejecimiento natural de las células del cuerpo.
A diferencia de lo que muchos creen, la mayoría de las personas de la tercera edad conservan un grado importante de sus capacidades, tanto físicas como mentales, cognitivas y psíquicas.
También es cierto que la vejez es una etapa caracterizada por la multiplicidad de perdidas y la elaboración de duelos que acontecen esas pérdidas.
El sujeto que envejece va perdiendo interés vital por los objetivos y actividades que le posibilitan una interacción social produciéndose una apatía emocional sobre los otros, y al mismo tiempo, el sujeto se encierra en sus propios problemas.
Esta situación conlleva al aislamiento progresivo del anciano. Esta desvinculación obedece en gran parte a las actitudes adoptadas por el entorno.
Como parte del imaginario social y colectivo circulan una gran cantidad de ideas erróneas acerca del envejecer y la vejez, funcionando como mitos y prejuicios y perjudicando de esta manera el buen envejecer así como la adecuada inserción del adulto.
Estos prejuicios incorporados en la mentalidad de la gente, funcionan determinando actitudes negativas frente al proceso del envejecer, acentuándose aun más con los viejos.
Estas ideas y prejuicios no surgen azarosamente, sino que son producto del tipo de sociedad a la que pertenecemos, una sociedad asentada sobre la productividad y el consumo, con grandes adelantos tecnológicos, y donde la importancia de los recursos están puestos en los jóvenes y en los adultos que pertenecen a la vida productiva.
En forma equivocada la sociedad valora todo aquello que le resulta productivo, por lo tanto fácilmente se considera que las personas mayores no aportan nada, o que por el contrario representan una carga para la sociedad.
En consecuencia, exceptuando algunos sectores, se hace una valoración negativa, desgraciada y poco respetuosa de las personas mayores.
La sociedad moderna excluye a nuestros mayores, provocando en ellos malestar y complicaciones, falta de ilusión, de alegría, de ánimo. Pero el más grande que sufren es la soledad. Estar ausente sin integrarse en el grupo social o familiar como mero sujeto pasivo que subsiste entre recuerdos y nostalgias.
La falta de comunicación de afectividad y la incomprensión, son factores determinantes y creadores de tristeza y de enfermedades.
En la sociedad actual prima lo joven, lo bello, lo pasional, el hedonismo puro, y todo sujeto que no se incluya en este rol de comportamiento esta apartado de la sociedad…   (continuará  el próximo mes)

EL  VIEJISMO



La vejez es una etapa más de la vida, al igual que la niñez y la juventud, y el envejecimiento es un proceso en constante evolución.
La vejez es una etapa en el ciclo de la vida en la cual las personas poseen menos control de lo que les ocurre que en otras etapas del desarrollo, y en la cual se confrontan una serie de eventos, que pueden verse como positivos o negativos, dependiendo de muchos factores. Por ejemplo, el retiro del empleo con la consiguiente jubilación, para algunas personas puede ser visto como algo positivo y para otras como algo negativo.
Independientemente de que los eventos sean positivos o negativos, debe ocurrir un ajuste a los cambios si los individuos quieren alcanzar un nivel de satisfacción en cualquier etapa de su ciclo de vida. Muchas personas de mayor edad están satisfechas con su vejez y la entienden como una extensión de su pasado.
El viejismo, por otro lado, es una conducta social compleja con dimensiones históricas, culturales, sociales, psicológicas e ideológicas, y es usada para devaluar, consciente o inconscientemente, el status social de las personas viejas; su construcción está basada en la estereotipia, y la utilización generalizadora de este componente psicosocial lleva a la construcción de las estructuras de los prejuicios que luego son usados en contra de la población vieja. Este concepto fue descripto y estudiado por Robert Butler a comienzos de la década del 70.
El viejismo se aplica principalmente al prejuicio de la gente joven hacia la gente vieja, es decir, define el conjunto de prejuicios, estereotipos y discriminaciones que se aplican a los viejos simplemente en función de su edad.
Los prejuicios contra la vejez, como cualquier otro prejuicio, son adquiridos durante la infancia y luego se van asentando y racionalizando durante el resto de la vida de los seres prejuiciosos.
Según Salvarezza (2002), uno de los prejuicios más comúnmente extendidos es el de que los viejos son todos enfermos o discapacitados porque pasan mucho tiempo en cama a causa de enfermedades, tienen accidentes en el hogar, tienen pobre coordinación psicomotriz, desarrollan infecciones fácilmente, una gran proporción se encuentra hospitalizada o vive en residencias geriátricas, sus capacidades muestran un alto grado de declinación con el paso de los años, etc.
Esto se debe a que se establece una fuerte sinonimia viejo=enfermo que se comporta como una profecía  autopredictiva que termina por internalizarse en los propios viejos. Pero si una persona llega a vieja, es porque no ha sufrido grandes enfermedades. Esa asociación entre vejez y enfermedad es falsa, ya que la enfermedad puede estar asociada a cualquier edad de la vida.
Las personas víctimas del viejismo se consideran desde el punto de vista social como enfermas, seniles, deprimidas, asexuadas, pasadas de moda, etc., sus problemas físicos y mentales tienden a ser fácilmente ignorados y con frecuencia no se tienen en cuenta sus necesidades económicas y sociales. El viejismo lleva a las generaciones jóvenes a ver a los viejos como diferentes, a no considerarlos como seres humanos con iguales derechos y no les permite a ellos, los jóvenes, identificarse con los viejos. Se tiende a ver la vejez como un futuro muy lejano, impidiendo esto página 5 enfrentar el propio envejecimiento.
Simone de Beauvoir (1970, citada en Salvarezza, 2002) sostiene que «para que la vejez no sea una parodia ridícula de nuestra existencia anterior no hay más que una solución y es seguir persiguiendo fines que den un sentido a nuestra vida: dedicación a individuos, colectividades, causas, trabajo social o político, intelectual, creador.»
La insatisfacción y la angustia consecuente sólo sobrevendrán en aquellas personas que permanezcan inmersas en una situación competitiva con el recuerdo de sí mismos cuando jóvenes.
El secreto del buen envejecer estará dado por la capacidad que tenga el sujeto de aceptar y acompañar estas inevitables declinaciones sin insistir en mantenerse joven a cualquier precio.
Esto no quiere decir que se renuncie, sino que hay que mantener una lucha activa para tratar de obtener el máximo de satisfacción con el máximo de las fuerzas de que se disponga en cada momento.

Fuente: http://www.margen.org/suscri/margen57/guerrini57.pdf
 Edición Nº 57 - marzo 2010
La vejez. Su abordaje desde el Trabajo Social
Por María Eugenia Guerrini

 

Longevidad
Los datos históricos nos permiten conocer que la esperanza de vida del hombre se ha modificado a través del tiempo.  En la ocasión anterior presenté cuatro ejemplos de personajes longevos famosos y ahora tengo la oportunidad de presentar algunos personajes mexicanos ilustres no sin antes hacer algunos comentarios al respecto.
En México y mediante datos del Consejo Nacional de Población (CONAPO), se sabe que la expectativa de vida ha aumentado en los últimos años; sin embargo, este aumento no es uniforme en todas las entidades del país; existen desigualdades  asociadas con la ubicación geográfica –las zonas urbanas presentan problemas de salud derivadas de las condiciones ambientales, del estrés, del sedentarismo-,   otras relacionadas con la diferencia de género  -las mujeres viven en términos generales,  más tiempo que los varones-.   Aunque  la mayor expectativa de vida en 2010 se ubicaba en los 75 años en promedio, algunas entidades federativas se encontraban por debajo de los 70 años.  Considerando los datos aportados por fuentes oficiales, se puede sinembargo comprobar la longevidad, con ejemplos de larga vida de mexicanos famosos.  A continuación dos hombres de letras y uno de ellos, además político.  Después tres figuras destacadas del espectáculo.

Octavio Paz Lozano, nació en la Ciudad de México el 31 de marzo de 1914 y murió el 19 de abril de 1998.   Fue poeta, escritor, ensayista y diplomático mexicano, Premio Nobel de Literatura 1990. Se le considera uno de los más grandes escritores del siglo XX y uno de los grandes poetas hispanos de todos los tiempos. []Su extensa obra abarcó géneros diversos, entre los que sobresalieron poemas, ensayo y traducciones. Atendiendo a las fechas anotadas, sabemos que vivió 84 años.

Carlos Fuentes  nació de padres mexicanos en Panamá  el 11 de noviembre de 1928. Su padre era diplomático, por lo cual Fuentes pasó su infancia en diversas capitales de América: Montevideo, Río de Janeiro, Washington D.C, Santiago de Chile, Quito y Buenos Aires, ciudad a la que su padre llega en 1934 como consejero de la embajada de México. Los veranos los pasó en la Ciudad de México, estudiando en escuelas para no perder el idioma y para aprender la historia de su país.
Llegó a México a los 16 años y entró al bachillerato en el Colegio México de la Ciudad de México. Se inició como periodista colaborador de la revista Hoy y obtuvo el primer lugar del concurso literario del Colegio Francés Morelos (hoy Centro Universitario México). Se graduó en leyes en la Universidad Nacional Autónoma de México y en economía en el Instituto de Altos Estudios Internacionales de Ginebra. En 1972 fue elegido miembro de El Colegio Nacional; en 1975 acepta el nombramiento de embajador de México en Francia, como homenaje a la memoria de su padre. Fue novelista, ensayista, sociólogo y diplomático.  Fallece en la Ciudad de México el 15 de mayo de 2012 a los 83 años de edad, debido a una hemorragia masiva, originada por una úlcera gástrica.][] El 16 de mayo sus restos fueron homenajeados en el Palacio de Bellas Artes[] y posteriormente fueron cremados para ser depositados en el Cementerio de Montparnasse, en París, donde descansan los restos de sus hijos Carlos y Natasha.
Mario Moreno “Cantinflas”, cuyo nombre completo fue Mario Fortino Alfonso Moreno Reyes, nació en la ciudad de México el 12 de agosto de 1911.  Se dice que el estilo de salir a hacer comedia disfrazado de "peladito", lo tomó del comediante Manuel Medel quien fuera su socio artístico de los primeros años.[]      Su personalidad cómica lo llevó a las carpas de los circos y de ahí pasó al teatro y al cine.
Carlos Monsivais respecto al origen de nombre Cantinflas dice: “De acuerdo a una leyenda con la que él está de acuerdo, el joven Mario Moreno, intimidado por el pánico escénico, una vez en la carpa Ofelia olvidó su monólogo original. Comenzó a decir lo primero que le viene a la mente en una completa emancipación de palabras y frases y lo que sale es una brillante incoherencia. Los asistentes lo atacan con la sintaxis y él se da cuenta: el destino ha puesto en sus manos la característica distintiva, el estilo que es la manipulación del caos. Semanas después, se inventa el nombre que marcará la invención. Alguien, molesto por las frases sin sentido grita: «Cuánto inflas» o «en la cantina inflas», la contracción se crea y se convierte en la prueba del bautismo que el personaje necesita”.
En sus películas usó el lenguaje cómico enredando la conversación y haciéndola incomprensible; a su forma de hablar se le llamó “cantinfleada” y en 1992 la Real Academia Española, incluyó el verbo “cantinflear” y las palabras “cantinflas” y “cantinflada” en su diccionario.  Mario Moreno ha sido referido como el "Charlie Chaplin de México" y también como “el mimo de la gabardina”.   Murió a causa de cáncer de pulmón el 20 de abril de 1993 a los 81 años.
Gaspar Henaine “Capulina”, torero, actor de teatro, comediante de ascendencia libanesa, nació el 6 de enero de 1926  en Chignahuapan, Puebla.  Desde mediados de los años noventa, enfrentó diversas enfermedades degenerativas como la pérdida parcial de la visión, hasta una trombosis de la que fue operado con éxito en 2008. Falleció el 30 de septiembre de 2011 a los 85 años por complicaciones a causa de una úlcera gástrica; después de ser intervenido quirúrgicamente, tuvo complicaciones en el intestino.
Roberto Gómez Bolaños, nació en la ciudad de México el 21 de febrero de 1929, estudió ingeniería en la UNAM, y nunca se graduó.  Inició su carrera como creativo publicitario, lo que lo conectó con la radio y la televisión, donde fue un activo guionista;  hizo varios guiones de películas para el dúo Viruta y Capulina y se inició como actor con ellos en 1960. Sin embargo, siguió dedicando la mayor parte de su tiempo a escribir, contribuyendo con diálogos para guiones de películas y programas de la televisión mexicana.
Su nombre profesional, Chespirito, se debe al director cinematográfico Agustín P. Delgado, derivado del diminutivo de la pronunciación españolizada del nombre William Shakespeare, debido a la estatura de Gómez Bolaños y por el talento de éste para escribir historias que asemejaba a las de Shakespeare. Actualmente cuenta con 83 años de edad.

  [
MEJORANDO NUESTRAS ACTITUDES


La actitud constructiva ante la vida es la disposición habitual de buscar siempre el aspecto favorable en las personas y las cosas, en lugar de considerarlas bajo un aspecto negativo.
El egoísmo destruye la capacidad creadora de la inteligencia. Cualesquiera que sean los méritos propios, la predisposición, la exagerada sensibilidad, la actitud negativa y particularmente el egoísmo son las causas más comunes de una vida anormal y descentrada.
Cuando nos domina el  egoísmo tenemos una falsa y exagerada estimación de nosotrsos mismos. Para vencer el egoísmo hay que imponer sacrificios, particularmente el sacrificio de combatir una costumbre rutinaria convertida en hábito vicioso. Sin embargo, no hay que escatimar ningún esfuerzo, por más arduo que parezca, cuando se trata de resolver el gravísimo problema del pesimismo y estancamiento.
Si después de hacer un examen propio detallado, nos damos cuenta que ordinariamente asumimos una actitud pesimista y negativa, el remedio inmediato será el cambiar esa actitud en positiva y optimista.
    Podemos hacer casi cualquier cosa. Podemos mejorar todo. Dentro de los razonable podemos inventar lo que sea necesario”
Un verdadero contraste encontramos entre el lema anterior y las expresiones pesimistas de los que claman: “ No puede ser. Ya para que. Costaría demasiado. Yo no podría. No sería práctico. Mi tiempo ya pasó.
“ El cuadro más artístico aún no ha sido pintado, la más grande obra teatral no ha sido escrita, el más grande poema está por hacerse,” decía Lincoln Steffens, periodista de fama universal.
Estos son los vastísimos horizontes que disipan la oscuridad de las limitaciones e impulsan a todos a lanzarse a la acción.
No importa que nuestra ocupación sea guiar un automóvil, vender en una tienda, administrar una casa, desempeñar labores de oficina,  y con mayor razón si estamos disfrutando de una jubilación; una vez que apliquemos a nuestras vidas el principio dinámico de una actitud constructiva nos trasformaremos en elementos eminentemente útiles dentro de nuestra propia esfera de acción. En suma, el contemplar nuestro ser, actividades y medio ambiente a través del espejo de un realismo constructivo, tendremos la iniciación de un verdadero mejoramiento.
A los 81 años de edad, Amos Alonso Stagg, famoso instructor de football, declaraba que se sentía demasiado vigoroso para retirarse de sus actividades.
Cuando somos jóvenes, tenemos la vana ilusión de imaginarnos que la vida es ilimitada. Lanzamos una mirada al futuro; pero carecemos de la visión adecuada para formular proyectos prácticos.Después al avanzar en edad muy pronto adquirimos el hábito de recordar con frecuencia el pasado mas  sólo para hacer recuerdos y no para aprovechar las sabias enseñanzas de la experiencia.
Se narra que un individuo cayó en cama gravemente enfermo y dirigiéndose a los amigos que le rodeaban tratando de consolarle, les dijo: “No me compadezcan ahora: yo morí desde hace veinte años”
Muchos pierden el equilibrio, el buen sentido y la presencia de ánimo a medida que los años avanzan. Solemos vivir en el pasado y deliberadamente queremos ignorar el presente y el futuro. A los sesenta, setenta u ochenta años, no debiéramos preocuparnos demasiado por la edad, sino por nuestra actitud mental.
Una persona dominada por una actitud negativa fácilmente se considera desligada de cualquier obligación, aduciéndo para ello la menor excusa. Se satisface con lisonjas pasajeras y aprovecha la menor oportunidad, o la busca deliberadamente, para vanagloriarse de sus npasados éxitos. No le llama la atención nada nuevo; por que el pasado lo tiene aprisionado, se convierte en un retrógrado, víctima de su propia despreocupación.
El que ve hacia atrás, solo para hacer recuerdos, denota poco amor por la vida; el que lo hace para derivar provecho de su experiencia, le queda mucho por vivir, sin importar la edad.
¿ Es esto, acaso lo que hacemos ?
L. J. R O S E N K R A N Z
TIEMPO LIBRE…



Úsalo y gana dinero… o simplemente disfrútalo…con quien más quieras.

No hay nada más sabroso que un pan recién salido del horno…Usted puede hacer pan: ahorrar dinero y darle gusto a su familia.

En la sección anterior le presentamos el método más simple de hacer pan, incluyendo un par de recetas.
Ahora le daremos algunos consejos para  que sea un buen panadero…Aunque el pan puede hacerse sin ponerle ninguna grasa, siempre queda mejor si le ponemos una poca, la grasa hace que el pan se esponje más parejo y dure más tiempo blandito y tierno. Se puede usar grasa vegetal o aceite de cártamo, de maíz, de ajonjolí o de algodón
Los huevos se usan para darle al pan mejor sabor y para darle brillo y color por fuera si se unta.
Ponga solamente los huevos que dice la receta, si pone de más, el pan se puede apelmazar.
La sal se usa para darle un buen sabor al pan y para que la masa sea elástica y no pegajosa, pero no debe ponerle mucha porque no deja subir la levadura, para una ración de pan basta una cucharadita, no debe mezclarse con la levadura o con el polvo para hornear, sino con la harina. El azúcar, el piloncillo o la miel se usan para que la levadura o el polvo para hornear crezca y para que los panes tengan una linda corteza, pero no ponga mucha, puede hacer que el pan no  suba. Otro secreto para hacer pan es amasarlo bien, así la levadura o el polvo para hornear se reparte en toda la masa y hace que el pan se esponje parejo.
Se amasa con las manos, la masa se empuja hacia afuera y luego se jala hacia el cuerpo, se dobla y se hace rollo. Luego se empieza a jalar y a empujar, hasta que en las manos se tiene una bola suave, tibia y correosa. Si va a usar levadura en polvo, póngala en un plato y rocíela con agua tibia que ya tenga disuelta la azúcar; déjela reposar 10 minutos antes de mezclarla con la masa.
Mientras reposa la levadura, revuelva la harina con la sal o el azúcar que indique la receta, póngala sobre la mesa y hágale un hoyo en el centro y ponga la mezcla de la levadura en el hoyo y revuélvala con las manos. Si la masa está muy suave, húmeda y pegajosa, póngale más harina pero poco a poco para que no se le pase, unte con grasa la cazuela o el traste en que va a dejar reposar la masa.
Haga bola la masa y póngala en el recipiente, rociándole  un poco de harina, tápela con un trapo húmedo, déjela  reposar durante una hora o hasta que crezca al doble de tamaño. Si la masa subió demasiado y se bajo después, vuelva a amasar y déjela levantar otra vez, tape la masa mientras la deja que levante para que no se haga costra y para que no pierda calor y humedad.
Ahora veamos porque puede quedar mal el pan:
·         El pan queda apelmazado si se usa harina vieja o si se pone demasiada sal.
·         Si el pan sabe mucho a levadura es porque se le puso más de la cuenta, o porque no preparó bien la levadura antes de mezclarla con la harina o porque mezcló la levadura con mucha azúcar.
·         Si el pan sale con hoyos, puede ser que haya puesto mucha levadura o que no amasó lo suficiente o que la golpeó en vez de amasar o quizás no dejó que levantara antes de meterla al horno
·         La masa no sube si se pone mucha sal o si se mete al horno cuando todavía esta frio o si se estuvo abriendo el horno cuando el pan estaba adentro.

Por fin … Las conchas… cómo se hacen… con;
Un kilo de harina
150 gramos de mantequilla
250 gramos de azúcar
10 huevos
4 yemas de huevo
150 gramos de manteca vegetal
30 gramos de levadura comprimida y
Media cucharadita de sal.
Para la pasta que adorna las conchas
200 gramos de manteca vegetal
200 gramos de harina y
160 gramos de azúcar.

En ocho cucharadas de agua tibia, desbarate la levadura y váyale poniendo un poco de harina hasta que pueda formar una masa, haga una bola y déjela reposar en un lugar tibio hasta que crezca el doble, con la harina que queda, cierna la sal y póngale azúcar, mezcle también los huevos, las yemas, la manteca, revolviendo bien. Luego ponga la levadura ya lista, revuelva bien y luego amase hasta que se le hagan ampollas a la pasta.
En un recipiente engrasado, ponga la masa y úntele manteca encima, cúbrala con una servilleta y déjela en un lugar tibio durante seis horas o más, para que doble su tamaño, luego amase durante dos minutos y haga bolitas de masa para colocarlas en la charola engrasada, aplánelas un poco y póngales encima pasta de adorno, procurando que cubra bien y con un cuchillo raye la cubierta dándoles forma de conchas, se dejan reposar de nuevo hasta que estén al doble de grandes y se meten al horno caliente a 200 grados.
Para hacer la pasta de adorno, se revuelve la manteca, el azúcar y la harina sin amasar la pasta, use la punta de los dedos para mezclar nada más. Los ingredientes, póngase harina  en las manos y así coja de esta pasta para poner encima de los panes…buen provecho.

Dice Gabriel García Márquez  en su poema “La Marioneta” que: “A un  niño le daría alas, pero le dejaría que él sólo aprendiese a volar. A los viejos les enseñaría que la muerte no llega con la vejez sino con el olvido”