domingo, 3 de marzo de 2013



ENVEJECIMIENTO HUMANO





La Gerontología es la ciencia que estudia el fenómeno de la Vejez desde todos los ángulos y la Geriatría es la rama de la medicina que se ocupa de la prevención, diagnóstico y tratamiento de sus enfermedades.
La Gerontología estudia el envejecimiento de manera general, las teorías que lo explica, los cambios sociales, psicológicos, legales, administrativo y económico de las personas que envejecen. La Geriatría, en cambio se ocupa de los aspectos médicos y de salud concretamente.
Es importante el análisis de los distintos términos que se usan para referirse a las personas de mayor edad en un grupo social: anciano, adulto mayor, tercera edad, persona mayor, persona de edad, geronte, gente grande.
Muchos de los términos se han inventado para disfrazar o negar el envejecimiento.
Cada sociedad, enfrenta el proceso de envejecimiento de diferente manera, de acuerdo a sus propios valores culturales.
El ser humano asume el envejecimiento de acuerdo a sus tradiciones y cultura
imperante, mientras que en la antigüedad, los ancianos eran venerados, en la actualidad, la industria de la cosmética gira no solo en torno a la belleza si no que, a evitar las señales del envejecimiento.
Antiguamente, en la época del Imperio Romano, se consideraba anciano a una persona que sobrepasara los 45 años de vida; hoy en día, se considera anciano a aquellos que sobrepasan los 60 años.
Hoy en día, es más común encontrar personas que alcanzan los 90 o 100 años de edad debido al mejoramiento del estándar de vida o al ambiente del entorno.
Factores que afectan el envejecimiento en humanos:
Biológicos
Calidad de vida
Económicos
Genéticos
Medioambientales
Sociales
Políticos
Psicológicos

EL NUEVO DESAFÍO DE LOS ADULTOS MAYORES
Llegar a envejecer y transitar el envejecimiento no solo es un privilegio, el privilegio de estar vivos, sino que se está desarrollando como nuevo desafío, un verdadero reto con el destino.
El primer desafío fue logrado por la ciencia y la tecnología que con sus avances han sido sin duda hacedoras de un largo y ansiado deseo de la humanidad desde hace siglos: el lograr vivir más años y esta mayor esperanza de vida se ha tornado realidad.
Lo que antes era el final de la vida, ahora es poco más que la mitad de ella.
Pero sin embargo, alargar la vida, sin duda promisorio no es suficiente. Falta darle a esos años, a esa vida, una mejor calidad, un mejor vivir.
Y ese, el de lograr una mejor calidad de vida es el verdadero reto que enfrentan los Adultos Mayores que viven este complicado comienzo de siglo.
Nunca como ahora tan cierto lo que decíamos de lo necesario que resulta el incorporar lo impredecible, lo azaroso, lo incierto dentro de los proyectos de vida.
Y decimos nunca como ahora, porque lo que eran excepciones y así se los contaba, se los cantaba, se los recreaba; ahora ocurre con miles de envejescentes que no están dispuestos a
jubilarse de la vida cuando llegan a los 55, 60 ,70 o más años.
Es verdad que el envejecimiento es un proceso signado por pérdidas, cambios biológicos, cambios psicológicos, un nuevo espacio en la sociedad, un tiempo libre para el que no están
preparados, pero que tienen a su disposición.
Es un proceso en el que se da una disyuntiva vital: o se aprende a vivirlo, a disfrutarlo, a aceptar los cambios que las épocas van marcando o se muere lentamente.
Por eso decimos vital: el nuevo desafío se convierte entonces en opción de vida. Cito dos reflexiones: la del gerontólogo francés Maximilienne Levet-Gautrat cuando dice: "...los abuelos de hoy tienen para dar una enseñanza esencial a las generaciones que le siguen: cómo afrontar y vivir el envejecimiento."
La de Graciela Zarevsky en el Prólogo al libro que compila con René Knopoff y que con su título lo dice todo: Viejos Nuevos- Nuevos Viejos.
"...el envejecer puede ser un período de plenitud, de realizaciones, de "honrar la vida".


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