LA EXPROPIACIÓN PETROLERA
La política de apoyo a la organización de los obreros y la
fundación de Petromex (después Pemex), seguida por parte del Presidente Lázaro
Cárdenas, fueron los antecedentes más cercanos a la expropiación petrolera. El
16 de agosto de 1935 se constituyó el Sindicato de Trabajadores Petroleros de
la República Mexicana y una de sus primeras acciones fue la redacción de un
proyecto de contrato en el que se solicitaba una jornada de 40 horas y el pago
del salario completo en caso de enfermedad y que pretendía sustituir los
distintos contratos colectivos que regían las relaciones laborales en las
compañías petroleras, a las que se les envió. El 3 de noviembre de 1937 se les
exigió la firma del contrato colectivo y el 17 de mayo el sindicato emplazó a
huelga en caso de no cumplir tal demanda. En los primeros días de junio el
sindicato demandó a las compañías petroleras ante la Junta General de
Conciliación y Arbitraje. Dicha huelga finalmente estalló el 31 de mayo y se
levantó el 9 de junio.
El
presidente Lázaro Cárdenas tuvo reuniones con
las compañías el 3, 6 y 7 de marzo. Según relatos de testigos, en la junta
del 7 de marzo cuando
el presidente Lázaro Cárdenas solicitó el pago de los 26 millones como una
garantía para levantar la huelga, uno de los dueños de una de las compañías
preguntó "¿Y quién lo garantiza?". "El presidente de la
República" contestó Lázaro Cárdenas, a lo cual el dueño respondió
"¿Usted y quién más?". Lázaro Cárdenas dio por terminadas las
pláticas.
El viernes 18 de marzo de 1938, las
compañías extranjeras, advertidas por personas dentro del gobierno de que el
presidente planeaba algo "fuerte" en contra de ellas, declararon en
el último momento estar dispuestas a hacer el pago, pero el presidente Cárdenas
ya había tomado una decisión: a las 10 de la noche declaró la expropiación
mediante la cual la riqueza petrolera, que explotaban las compañías
extranjeras, se volvió propiedad de la nación Mexicana.
Este hecho fue efectuado de acuerdo a la Ley de Expropiación del 23 de noviembre de 1936 y
al artículo 27 de la Constitución Mexicana. Los niños y las personas
quisieron ayudar llevando todo lo que tenían creyendo que era una buena acción
de su parte.
Las 17 empresas petroleras extranjeras expropiadas fueron: Compañía
Mexicana de Petróleo El Águila, (London Trust Oil-Shell), Mexican Petroleum
Company of California (ahora Chevron-Texaco la segunda empresa petrolera
global) con sus tres subsidiarias: Huasteca Petroleum Company, Tamiahua
Petroleum Company, Tuxpan Petroleum Company; Pierce Oil Company, subsidiaria de
Standard Oil Company (ahora Exxon-Mobil, la más grande empresa petrolera
mundial); Californian Standard Oil Co. de México; Compañía Petrolera Agwi, SA.,
Penn Mex Fuel Oil Company (ahora Penzoil); Stanford y Compañía Sucrs. Richmond
Petroleum Company of Mexico, ahora (ARCO); Compañía Exploradora de Petróleo La
Imperial S.A., Compañía de Gas y Combustible Imperio y Empresas; Mexican
Sinclair Petroleum Corporation, sigue siendo Sinclair Oil; Consolidated Oil
Companies of Mexico S.A., Sabalo Transportation Company; y finalmente la
Mexican Gulf Petroleum Company (luego llamada Gulf).
CONSECUENCIAS
El Reino Unido rompió relaciones diplomáticas con México,
los Países Bajos y Estados Unidos decretaron un embargo comercial, y retiraron
a todo su personal técnico. La Tesorería de Estados Unidos dejó de adquirir
petróleo y plata mexicana y dio toda su preferencia al petróleo de Venezuela.
El 23 de marzo se reunieron miles de personas de todas las
clases sociales en una enorme manifestación de respaldo, regalando hasta
gallinas para cubrir la indemnización. Las colectas y la emisión de bonos para
cubrir la indemnización a las compañías petroleras estuvieron lejos de
solucionar el problema económico pero sí constituyeron movilizaciones
impresionantes de la opinión pública en apoyo de la nueva situación. Incluso
sectores como la Iglesia y los empresarios conservadores, aplaudieron esta
decisión. Para muchos, la expropiación significaba un sacudimiento final del
imperialismo que por tanto tiempo había sangrado a México, impidiéndole confiar
en su propia fuerza y capacidad.
Fueron momentos difíciles para el país de México ya que se
agotaban las reservas de gasolina y no se tenía el conocimiento para sintetizar
el tetraetilo de plomo, utilizado en aquellas épocas para graduar el octanaje
de la gasolina. Se reunió a los mejores especialistas del todo el país para
poder descubrir el proceso. Un accidente mató la mayor parte del personal y
retrasó la investigación cuando se encontraba más avanzada. En un segundo intento
se reunieron a los estudiantes de química más destacados del Instituto
Politécnico Nacional y la Universidad Nacional Autónoma de México y después de
muchos esfuerzos lograron sintetizar el compuesto.
No hay comentarios:
Publicar un comentario