martes, 31 de mayo de 2011

 
Función del Sistema Respiratorio

La función del Sistema Respiratorio es incorporar oxígeno al
organismo; para que al llegar a la célula se produzca la
"combustión" y poder así "quemar" los nutrientes y liberar
energía. De ésta combustión quedan desechos, tal como el
dióxido de carbono, el cual es expulsado al exterior a través
del proceso de espiración (proceso llevado a cabo por el
sistema respiratorio).

Órganos del Sistema Respiratorio: Anatomía y Función

Nariz:
Posee dos orificios llamados narinas. Dentro de las narinas, encontramos a los cilios, que sirven para oler. También las fosas nasales que están separadas por el tabique.
La función de la nariz es humedecer, calentar y purificar el aire inspirado.

Laringe:
Tiene forma de tubo y sus paredes están reforzadas por cartílago. En el interior se hallan las cuerdas vocales por lo que se considera a la laringe "el órgano productor de sonido". Además es un órgano móvil ya que se mueve con la fonación, la voz y la deglución.

Tráquea:
Es un conducto semicircular de 12 centímetros de largo formado por 20 anillos cartilaginosos. Su superficie está revestida con una película de moco, en el cual se adhieren partículas de polvo que atravesaron las vías respiratorias superiores.
Además, este moco actúa como bactericida.

Bronquios:
Son las diversas ramificaciones del interior del pulmón, terminan en los alvéolos pulmonares que tienen a su vez unas bolsas más pequeñas o vesículas pulmonares, están rodeadas de una multitud de capilares por donde pasa la sangre y se purifica y se realiza el intercambio gaseoso.

Alvéolos:
Son pequeños sacos en donde se produce la hematosis, proceso en cual los glóbulos rojos absorben oxígeno y se liberan del dióxido de carbono.

Pulmones:
Son dos masas esponjosas de color rojizo rodeados de la pleura, situadas en el tórax a ambos lados del corazón, el derecho tiene tres partes o lóbulos; el izquierdo tiene dos partes. Contienen aproximadamente 300 millones de alvéolos.

Diafragma:
Es un músculo que separa la cavidad torácica de la cavidad abdominal, al contraerse permite la entrada de aire a los pulmones.


Esquema del Sistema Respiratorio



Mecánica Respiratoria: Inspiración y Espiración

El aire se inhala por la nariz, donde se calienta y humedece.
Luego, pasa a la faringe, sigue por la laringe y penetra en la
tráquea.

A la mitad de la altura del pecho, la tráquea se divide en dos
bronquios que se dividen de nuevo, una y otra vez, en
bronquios secundarios, terciarios y, finalmente, en unos
250.000 bronquiolos.

Al final de los bronquiolos se agrupan en racimos de
alvéolos, pequeños sacos de aire, donde se realiza el
intercambio de gases con la sangre.

Al inspirar y espirar realizamos ligeros movimientos que
hacen que los pulmones se expandan y el aire entre en ellos
mediante el tracto respiratorio.

El diafragma hace que el tórax aumente su tamaño, y es ahí
cuando los pulmones se inflan realmente. En este momento,
las costillas se levantan y se separan entre sí.
En la espiración, el diafragma sube, presionando los pulmones y haciéndoles expulsar el aire por las vías respiratorias. Es cuando las costillas descienden y quedan menos separadas entre sí y el volumen del tórax disminuye.
CUIDADO DEL APARATO RESPIRATORIO
Con el envejecimiento se observa disminución de la elasticidad y calcificación de los cartílagos costales, así como debilidad de los músculos respiratorios, limitando los movimientos respiratorios de inspiración y expiración. También se produce estrechamiento de las vías respiratorias por la disminución en la elasticidad de los bronquios, hay disminución en la cantidad y función de cilios (vellosidades que ayudan a eliminar las secreciones y bacterias) y degeneración del epitelio bronquial (tejido que cubre y protege los bronquios) y de las glándulas mucosas (barrera protectora de los bronquios).
Estas alteraciones se traducen en una función respiratoria restringida con predisposición a infecciones por la deficiencia para eliminar las secreciones y bacterias.
Las medidas que se deben adoptar para evitar problemas respiratorios crónicos e infecciones frecuentes son: realizar ejercicios respiratorios a través de inspiración y espiración profundas de 5 a 10 minutos 2 veces al día, inflar globos de 5 a 10 minutos al día, ingerir alimentos ricos en vitaminas A y C para recuperar el epitelio y realizar ejercicio físico diariamente.
Se recomienda no fumar (en forma activa o pasiva), evitar la contaminación (no hacer ejercicio al aire libre si el aire es malo, mantener las estufas en buen estado), evitar los cambios bruscos de temperatura y la calefacción excesiva en el invierno.
Finalmente, si aparece disnea (sensación de falta de aire), o tos persistente, debe consultar al médico sin mayor demora.

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