L A   M E N T E

Algunos autores consideran a la mente como un sexto sentido el cual tiene como función primordial el percibir, conocer, analizar e intuir.

En la mente se encuentra la memoria, la imaginación, la atención y el discernimiento; por lo que es una de las cosas misteriosas de este mundo.

 Nuestra mente no está preparada para lo sublime, siempre está confusa y ofuscada, no trabaja profunda ni concentradamente.

Es por esto que debíamos conocer, indagar y controlar a nuestra mente para obtener una salud psíquica y espiritual. El manejo y control de nuestra mente debe ser consciente, lúcido, metódico y perseverante. Nuestra voluntad es la que debe gobernar a la mente, controlar la imaginación, mejorar la memoria y purificar el discernimiento.

Para lograr lo anterior debemos de ejercitar constantemente y en todo lugar la actividad mental, debidamente encausada hacia lo trascendente en el campo positivo del bien y de la verdad.

LA MEDITACION.- Es una práctica muy recomendable para ejercitar y controlar la mente: Un estado de meditación se consigue retirándose a una habitación o sitio tranquilo, donde no tenga interrupciones, de modo que nuestra mente pueda estar segura, tranquila y libre de cualquier pensamiento.  Por supuesto que no siempre es posible conseguir la condición ideal, pero se ha de hacer lo que mejor se pueda y procurar estar solos con nosotros mismos.

Conviene sentarse en una silla cómoda o un colchón de modo de poder relajar los músculos y librar de tensión los nervios. Deberás abandonar todo el cuerpo, con todos los músculos relajados, hasta que una sensación de paz perfecta y tranquila calma compenetre cada partícula de tu ser. Descanso del cuerpo y calma en la mente.

EJERCITAR LA MEMORIA.- Existen juegos y programas muy variados para ejercitar la memoria incluso algunos tu mismo los puedes inventar: crucigramas, tetragramas, aprender poesías, números telefónicos, canciones, etc. es bueno practícalo.

APRENDER, aprender y seguir aprendiendo, lo que quieras, lo que te guste, ES LO UNICO QUE LA MENTE  NO PUEDE DEJAR DE HACER.