lunes, 2 de julio de 2012

LAS BENDICIONES DEL ANCIANO

Benditos sean aquellos que excusan mi torpeza al caminar y la poca firmeza de mi pulso.
Benditos los que comprenden que ahora mis oídos mucho se esfuerzan para escuchar lo que me dicen.
Benditos aquellos que se dan cuenta de que mis ojos están empañados y limitado mi sentido del humos.
Benditos los que disimulan el que alguna vez derramé el café sobre la mesa.
Benditos los que sonrientes se detienen a charlar conmigo por unos instantes y escuchan con interés lo que les digo.
Benditos los que excusan mis olvidos y nunca me dicen: eso ya lo habías contado.
Benditos los que me permiten evocar recuerdos felices del pasado que me hacen sentir querido y respetado y que no estoy solo en el mundo.
Benditos aquellos capaces de comprender lo difícil que me es hallar fuerzas para sobrellevar mi vida.
Benditos aquellos que de vez en vez se acuerdan de hacerme algún obsequio por sencillo y pequeño que éste sea.
Benditos aquellos que con amor me ayudan a esperar tranquilo y sonriente el día de mi partida

1 comentario:

Marta dijo...

Hoy cumpleaños 96 de mi madre, madre de 9 hijos, abuela de 33 y bisabuela de 48, se lo mande por email porque parecía escrito por ella.
Muchas gracias por compartirlo.
Mart